Tomar siestas frecuentes durante el día es bueno para el cerebro, según un estudio de la University College London.
Las investigaciones han descubierto que las siestas cortas durante el día retrasan el proceso de encogimiento del cerebro, a medida que envejecemos. La investigación determinó que las personas duermen siestas tienen cerebros más grandes, equivalentes a los de personas entre 2,6 y 6,5 años más jóvenes. Sin embargo, se recomienda que el tiempo de siesta no supere la media hora.
La Neurocientífica de la University College de London y autora principal del artículo, Valentina Paz, dijo «Al analizar los genes fijados en el momento del nacimiento, la aleatorización mendeliana evita factores de confusión que se producen a lo largo dela vida y que pueden influir en las asociaciones entre la siesta y los resultados de salud».
Los investigadores esperan que sus descubrimientos disminuyan el estigma relacionado con las siestas diurnas