Los resultados más recientes del Programa PISA han revelado que los estudiantes colombianos enfrentan serias deficiencias en matemáticas, obteniendo un puntaje de 383, el más bajo de América Latina y muy por debajo del promedio de la OCDE (472 puntos). Este rendimiento coloca a Colombia muy lejos de países como Singapur, Japón o Corea del Sur.
Además de los bajos puntajes, el informe destaca que los jóvenes colombianos experimentan altos niveles de ansiedad relacionados con el rendimiento en matemáticas. De acuerdo con la OCDE, Colombia es uno de los países con más baja eficacia en esta materia, pero con una de las mayores tasas de ansiedad en los estudiantes, solo superada por Chile y Turquía.
La combinación de un bajo rendimiento y una creciente presión por cumplir con las expectativas académicas está afectando emocionalmente a los estudiantes menores de 15 años, creando un ciclo negativo que empeora tanto su rendimiento como su bienestar mental. Este panorama pone de manifiesto la necesidad urgente de reformar el sistema educativo colombiano, ofreciendo no solo una mejor enseñanza, sino también apoyo emocional para enfrentar estos desafíos de manera más saludable.