El 5 de septiembre de 1993 quedó marcado como uno de los momentos más gloriosos en la historia del fútbol colombiano. Aquella tarde, la Selección Colombia logró un triunfo inolvidable al golear 5-0 a Argentina en el estadio Monumental de Buenos Aires, ante más de 73.000 espectadores.
Colombia no solo venció, humilló. Enfrentó a un equipo argentino que jamás había sufrido semejante derrota en una eliminatoria y que nunca había caído en casa en esta instancia. La selección dirigida por Francisco Maturana dio una exhibición de fútbol que sorprendió al mundo y posicionó al país en el mapa del fútbol internacional.

Los goles de Freddy Rincón (2), Faustino Asprilla (2) y Adolfo Valencia construyeron el marcador que dejó sin palabras a los hinchas argentinos y desató la euforia en Colombia. Los periódicos llenaron sus portadas con titulares de celebración, y el país entero salió a las calles a festejar, olvidando por un momento los difíciles tiempos de violencia que atravesaba.
Aquel 5-0 no fue solo un resultado. Fue un símbolo de orgullo, una demostración de talento y el inicio de una era en la que el fútbol colombiano comenzó a ser reconocido en el mundo. A más de 30 años de esa noche mágica, el recuerdo sigue vivo en la memoria de cada colombiano.