El 29 de agosto, jóvenes de varias ciudades del país liderados por el movimiento de educación popular y promoción social; Fe y Alegría Colombia, salieron a marchar para conmemorar el día de las juventudes indignadas.
Esta marcha buscó visibilizar la indignación que siente la juventud del país ante diversos problemas que aquejan a nuestra sociedad, tales como; la conservación y protección del medio ambiente, la aceptación de la diversidad como potencialidad, la promoción de buenas prácticas ciudadanas a favor de la transparencia y la legalidad, y la eliminación de las violencias cotidianas, especialmente aquellas que afectan a las niñas y mujeres. Los jóvenes que participaron en estas marchas quieren ser los actores de una apuesta ética y política, que concientice y empodere a las comunidades para que dejen de aceptar lo inaceptable.
A lo largo del país se estima que salieron a marchar aproximadamente 100 mil personas desde distintos puntos, todas comprometidas bajo la construcción de una Colombia justa y con equidad social.
En Cartagena, la marcha comenzó a las 2:30 p.m, en las Tenazas, sector del centro de la ciudad, y prosiguió en distintas plazas en las cuales se hicieron muestras artísticas y culturales, como acciones que buscaban demostrar inconformidad y promover un cambio social. Se eligió el sector del centro histórico porque es uno de los escenarios más visibles de la ciudad y dentro de él se evidencia con claridad un problema de gran magnitud como lo es la gentrificación, además, es donde está la alcaldía y las secretarías donde se toman las decisiones frente a las políticas públicas, políticas que no responden a las necesidades de la gente de las periferias.
Las movilizaciones que se realizaron el día de hoy, aunque no garantizan soluciones inmediatas, buscan empoderar a los jóvenes mediante la educación y el arte, para que estos sean líderes sociales en sus comunidades que asuman y trabajen en pro de ciudades en la que la corrupción no permee las instituciones del estado.