En el lago Petén Itzá (Guatemala), la Selección Colombia de Remo escribió un nuevo capítulo de historia, clasificando a 6 botes para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Santo Domingo 2026. Juliana Aristizábal, remadora de Medellín residente en Reino Unido, en su primera regata internacional logró ganar la pequeña final, quedando en el séptimo lugar absoluto y así garantizar la presencia cafetera en esta especialidad. Asimismo, el olímpico en Beijing 2008, Rodrigo Ideus, bogotano residente en Canadá, alcanzó el cupo en el single masculino, quedando octavo en la regata masculina del single. El mismo Ideus, junto con el compañero de tripulación Andrés Mejía, barranquillero residente en Argentina, clasificó el dos sin timonel, quedando quinto en la final A, dando prueba de gran versatilidad técnica entre remo corto y remo largo. Los tres atletas mencionados abrieron cupos también para el doble par masculino, el doble par mixto y dos sin timonel mixto.
“Estos resultados se dieron sin ningún tipo de apoyo público nacional”, comenta el profesor Davide Riccardi, ya campeón del mundo de remo con Italia, hoy nacionalizado colombiano, residente en Cartagena y director técnico ad honorem de la Selección Colombia. El mismo Riccardi agrega: “Me quito el sombrero frente a la determinación y generosidad de los y las atletas que, además de venir entrenando solos desde hace años, autofinancian sus competencias. Es una situación que espero pueda cambiar y que por fin tanto el Comité Olímpico Colombiano como el Ministerio del Deporte abran un programa de desarrollo especial para un deporte olímpico tan clásico como el remo, que en Colombia tiene un potencial enorme”.
Igualmente, gracias a la excelente gestión del presidente de la Federación Colombiana de Remo, Jhon Santos, el apoyo de la Alcaldía de Calima, la Liga del Valle y la Alcaldía de Guatapé, logramos estar en este importante certamen acompañados por unos patrocinadores técnicos fundamentales, tales como Di-Bi de Italia y PROMAR de Cartagena de Indias. Esperemos que para 2026 las cosas puedan mejorar aún si queremos planificar seriamente la búsqueda de unas medallas. De hecho, en Guatemala, además de las clasificaciones, logramos centrar 5 finales que, a pesar de no haber dado la clasificación, dieron prueba de que ya Colombia es competitiva en el remo gracias a talentos que entrenan afuera y otros que salen de los viveros nacionales de Calima (Valle). Es el caso de Sara Prado, atleta de 17 años muy prometedora, que no clasificó el doble par femenino con Juliana Aristizábal por siete décimas de segundo. Asimismo, Mónica Jiménez y Zulay Gil, pareja que entrena en Guatapé (Antioquia), si bien demostraron una buena competitividad, no lograron clasificar el doble par ligero por una posición, quedando de sextas en la final A.
Mujeres y hombres reafirmaron sus buenas formas físicas realizando unas regatas adicionales: los cuádruples, que en ambos casos centraron la final A: quinto lugar para la tripulación femenina (Aristizábal, Prado, Gil, Jiménez) y sexto lugar para la masculina (Mejía, Ideus, Löwenstein, Marulanda).











