El béisbol en Colombia, conocido como el «rey de los deportes», tiene una rica historia que se remonta a finales del siglo XIX. Los testimonios orales, aunque no oficialmente documentados, indican que el deporte hizo su primera aparición en el país en 1874, cuando el cubano Francisco Balmaseda, un azucarero residente en Cartagena, trajo a varios compatriotas al ingenio La María, ubicado en María La Baja. Allí, el béisbol comenzó como un pasatiempo en sus ratos de esparcimiento.
Sin embargo, fue el 20 de julio de 1897 cuando el béisbol se introdujo formalmente en Cartagena. Ese día, los hermanos panameños Raúl y Eduardo Román, junto con el cubano Enrique Segrera, mostraron el juego a sus compañeros estudiantes de Derecho de la Universidad de Cartagena. Utilizando implementos traídos de sus regiones, improvisaron un terreno de juego en el parque Apolo de El Cabrero, marcando el campo con cal y utilizando palos para batear. Este evento no solo marcó el inicio del béisbol en Cartagena, sino que también sentó las bases para su expansión en el país.
La revista Ciudad Heroica, en su edición N°28 de 1953, reafirma este acontecimiento, citando al ‘Chan’ Arteta, quien recuerda que Eduardo Román llegó con implementos para jugar y que el juego atrajo a un público curioso. Este testimonio resalta cómo el béisbol se convirtió rápidamente en una actividad popular entre los jóvenes de la época. Para 1897, Panamá formaba parte de Colombia, lo que facilitó la llegada de estudiantes panameños a Cartagena, una ciudad reconocida por su prestigio académico. Durante su tiempo libre, estos estudiantes comenzaron a jugar béisbol, aunque en sus inicios el juego carecía de técnicas y reglamentos formales, siendo más un pasatiempo informal.
Lamentablemente, la «Guerra de los mil días» (1899-1902) interrumpió este floreciente ambiente de ocio y diversión. Este conflicto no solo afectó la vida social y económica del país, sino que también provocó la separación de Panamá y dispersó a los hermanos Román, quienes se trasladaron al nuevo país. A pesar de estas adversidades, el legado del béisbol continuó desarrollándose en Colombia, cimentando su lugar en la cultura y el deporte nacional, y sentando las bases para lo que hoy se considera una de las pasiones más grandes del país.
Fuente: Memoria histórica del béisbol de Bolívar y Cartagena 1874 – 1948.