LATINOAMERICA (Agosto 4 de 2020).      Quito se prepara para recibir a los nuevos viajeros luego de la reapertura del destino, se espera que gradualmente los países de la región abran sus fronteras y faciliten los viajes internacionales con todas las normas de bioseguridad que se requieren. Es así como Quito busca incentivar al turista nacional y extranjero a visitar la capital ecuatoriana, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad por ofrecer un valor universal excepcional, gracias a su ubicación estratégica, su cultura, patrimonio y su riqueza natural.

En Quito, las familias pueden disfrutar de días llenos de aventura, en los que la inmensa naturaleza se mezcla con la arquitectura colonial y monumentos históricos, una mezcla ideal para combinar diversas actividades durante la estadía en el destino. Aquí haremos un breve recuento de los lugares más emblemáticos y que sin duda, dejarán una huella imborrable en la memoria de todos sus visitantes.

Turismo de aventura

Las familias tendrán la oportunidad de aventurarse con cada paso que den gracias a la cadena montañosa más grande del mundo, la cual ha dado al Ecuador el don de la diversidad biológica y paisajes conmovedores de cerros colosales que parecen pintados de blanco sobre el azul del cielo. Este es el escenario perfecto para practicar deportes extremos como montañismo, tirolesa, tubos o caminatas a los cuerpos de agua que abundan en el lugar.

La biodiversidad de la zona se puede apreciar con facilidad, las extensiones de praderas de páramo albergan animales emblemáticos como el cóndor andino y el oso de anteojos, además ofrece una oportunidad única para hacer actividades de ecoturismo y avistamiento de aves, un espacio valioso para el aprendizaje sobre las especies y los ecosistemas. Lugares como el Bosque Nuboso de Quito, son ideales para recorrer en familia, visitando una granja de cacao local y probando bombones hechos a mano en esta excursión memorable, disfrutando también, de una tranquila caminata a través de pintorescos paisajes, pasando por el Monumento de la Ciudad Mitad del Mundo y disfrutando una taza de café local recién hecho en Bellavista.

Una foto en el Centro del Mundo

A solo 30 minutos al norte de Quito, se encuentra el monumento del Centro del Mundo, dedicado a la línea ecuatorial que marca la latitud 0º en el planeta, fue allí donde tuvo lugar la medición de la tierra para determinar su verdadera forma por parte de la misión geodésica francesa en el siglo XVII. Este es uno de los lugares más visitados por los turistas, tanto nacionales como extranjeros y por supuesto, los grupos familiares.

El poder del Centro del Mundo reside en una constante universal: la posición de la Tierra y su relación con la fuerza motriz del sol. Es lo que hace que esta latitud de 0 grados sea un punto que sugiere más que solo geografía: abarca fascinaciones científicas, espiritualidad, conocimiento y leyendas. Los visitantes tienen la posibilidad de tomarse una fotografía con un pie a cada lado de la delgada línea amarilla pintada en el suelo, que divide el planeta en dos hemisferios, este el punto de partida de un recorrido mágico, místico y diverso.

Museos, historia y gastronomía

Estrechas calles empedradas, magníficos ejemplos del encanto colonial, artesanos locales, recetas tradicionales y mercados de comida local son algunos de los adornos que se encuentran al recorrer Quito. El Centro Histórico, con sus calles que asemejan un tablero de ajedrez y el imponente volcán Pichincha como telón de fondo, alberga los barrios más tradicionales y encantadores. Al caminar por sus calles, los viajeros pueden descubrir el característico estilo barroco con sus fascinantes trabajos en madera y piedra que decoran las casas e iglesias de más de 400 años de antigüedad.

Al abrirse paso por la ciudad, las familias pueden conocer los museos e iglesias que decoran el destino, lugares para aprender, explorar, encontrar paz espiritual y disfrutar. Algunos de los más especiales son el Museo Miguel de Santiago, el Convento de San Agustín, el Convento de San Francisco, el Museo de Arte Colonial, La Catedral, Carmen Alto, Santa Catalina de Siena, entre muchos otros.

En Quito es común que los viajeros se deleiten con sus sabores tradicionales. Tiernas mazorcas y empanadas de maíz, el famoso hornado de cerdo y fritadas en calderos de cobre, salsas de maní y ají con cilantro y cebolla roja, sopas para cada ocasión o la tradicional fanesca en Semana Santa y los helados de paila preparados a mano con pulpa de fruta natural, son algunos de los sabores que se encuentran en la ciudad.

Quito es mucho más que naturaleza y encantos coloniales, en la capital ecuatoriana se respira modernidad, durante las últimas décadas, este destino ha evolucionado para convertirse en eje de arte, gastronomía y eventos de todo tipo, en esta ciudad los barrios se mantienen frescos y creativos, con restaurantes innovadores, atrevidos cafés y arte urbano que renueva las calles constantemente. Todo esto hace de Quito un cóctel de emociones fascinantes, en donde niños, jóvenes y adultos pueden llevar al máximo su creatividad y energía, para vivir en familia un momento que perdurará en la memoria toda la vida.

¡En Quito tenemos los brazos abiertos para recibir a las familias del mundo!

Fuente: Central de Noticias AndeanWire

Source: AndeanWire

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