Sofronín Martínez Heredia, nacido el 10 de febrero de 1925 en el corregimiento de Pasacaballos, Cartagena, es un nombre que resuena con fuerza en la historia de la música caribeña. Este talentoso guitarrista y percusionista se convirtió en un ícono de la música, llevando el nombre de su tierra natal a escenarios nacionales e internacionales. A lo largo de su vida, Sofronín dejó una huella imborrable en la escena musical, siendo considerado un virtuoso de la guitarra y un apasionado del bolero.
Desde sus primeros pasos musicales en la banda de su corregimiento, tocando el redoblante y los platillos, hasta su consolidación como guitarrista en la Orquesta Emisora Fuentes, ‘Sofro’ siempre mantuvo vivo el amor por Pasacaballos. Fue en los años 60 cuando Sofronín alcanzó gran reconocimiento al integrar el sexteto del Hotel El Prado y la orquesta de Pacho Galán, alternando entre Barranquilla y Cartagena. Además, acompañaba a artistas nacionales e internacionales en diversos espectáculos y grabaciones.
Sin embargo, uno de los hitos más significativos en su carrera fue la creación de ‘La Quemada’, una taberna inglesa construida en pleno centro histórico de Cartagena. Allí, en compañía de un quinteto conformado por talentosos músicos como Cenelia Alcázar y Oscar Díaz, Sofronín deleitaba a los asistentes con boleros, jazz y una variedad de géneros musicales. Las noches se volvían especiales cuando sacaba su ‘guitarra de palo’ para interpretar los emotivos boleros de José Antonio Méndez, conquistando a personalidades locales y extranjeras que acudían para disfrutar de su inigualable talento.
Sofronín no solo se destacó en Colombia, su música también lo llevó a recorrer el mundo, con presentaciones en Cuba, Panamá, Brasil y España. Su amor por Cuba, ‘madre del son, la guaracha y el bolero’, lo llevó a recibir en su última visita, el 24 de junio de 1999 la Medalla Nicolás Guillén en La Habana, por su aporte a la música cubana y la difusión que de ella hizo.
A pesar de haber fallecido en 1999, el legado de Sofronín Martínez sigue vivo gracias a su música, su historia y la obra ‘Alma de bolero’, escrita por Daniel Samper Pizano y Pilar Tafur, que rescata su vida y obra. Su influencia en la música caribeña es innegable, y su nombre permanece en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de escucharlo.
Fuente. Zona Cero. Vídeo. A quien corresponda