El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela se encuentra en el centro de la controversia tras la suspensión inesperada de la rueda de prensa programada para la entrega del segundo boletín de resultados de las elecciones presidenciales. La cita, que debía llevarse a cabo a las 10:00 de la mañana hora local, fue cancelada sin explicación detallada, y se anunció que la entrega de resultados sería reprogramada.
La situación ha generado una creciente preocupación y desconfianza, en medio de alegaciones de fraude electoral. El primer boletín, emitido alrededor de la medianoche del 28 de julio, ya había suscitado controversia cuando el presidente del CNE, Elvis Amoros, justificó la demora como resultado de un supuesto ataque cibernético al sistema electoral.
La falta de transparencia en el proceso se ha visto reflejada en el estallido de protestas en las calles, que hasta el momento han dejado un saldo de 13 muertos y 93 heridos. Los opositores alegan que los resultados reales de las urnas muestran una diferencia significativa entre Maduro y su rival Edmundo González, con un conteo que da a González una ventaja considerable.
A medida que el CNE sigue posponiendo la publicación del segundo boletín y permanece en silencio, la presión tanto nacional como internacional crece. La comunidad internacional ha reiterado la necesidad de que el proceso electoral sea transparente y verificable para garantizar su legitimidad.