El restaurante La Puerta Falsa, nació de una pelea entre una mujer y el párroco de la Catedral Primada en Bogotá, hace poco más de 200 años.
Desde entonces, han sido siete generaciones de una familia que guarda la receta de los tamales más famosos de Bogotá, del chocolate más santafereño que se hace en agua, de la changua más apetitosa, la agua de panela y los dulces más tradicionales del país, justo frente al templo, junto a la Casa del Florero de Llorente.
‘La puerta falsa’, el restaurante que, a la fecha, está abierto al público desde el 16 de julio de 1816, siendo así el establecimiento gastronómico más antiguo del país que se mantiene en funcionamiento.
El restaurante recibe este nombre en honor a las puertas falsas del costado norte de la Catedral Primada de Colombia, abrió como un pequeño negocio de aguapanela en la colonial Santa fé de Bogotá, a pocos metros de la Plaza Mayor (hoy Plaza de Bolívar).
Con el pasar de los años, lo que se convirtió en un lugar en donde la sociedad santafereña, entre gente de a pie y aristócratas criollos, iban a degustar algo después de misa, se convirtió en un punto de referencia y reunión para la gente, logrando así que, gracias al voz a voz, el local adoptaría el nombre de ‘La puerta falsa´.