Perro murió luego de ser abusado en Risaralda

Aquiles, un perro en Risaralda, fue abusado sexualmente el 27 de octubre, en el corregimiento de Irra, y falleció el 31 de octubre pasado por la misma causa.

La Fundación Animal Estoy Contigo sostuvo que no es el único caso que se ha denunciado que muere un perro por ser abusado en Quinchía, departamento de Risaralda.

 

El perro Aquiles

Aquiles fue abusado sexualmente el 27 de octubre, en el corregimiento de Irra, pero falleció el 31 de octubre pasado.

Fue un Halloween aterrador, al menos para los habitantes del municipio de Quinchía, que repudiaron la muerte de Aquiles, y lo manifestaron en redes sociales, como consecuencia de las heridas generadas tras ser abusado sexualmente.

Aquiles fue hallado herido en una de las calles del corregimiento de Irra por Valentina Guarín Patiño, una activista de la Fundación Animal Estoy Contigo, quien, al ver su condición de salud, lo llevó hasta una clínica veterinaria de Manizales donde falleció.

 

Historial clínico de Aquiles

De acuerdo con el cuadro clínico, el perro tenía dilatación anal y sangrado.

Además, no controlaba esfínteres, es decir, no tenía la capacidad de controlar la salida de sus heces y su orina. También presentaba un dolor marcado en su columna.

 

“A las siete y nueve minutos, Aquiles, nuestro guerrero invencible, dio en mis brazos su último suspiro. Empezó a empeorar rápidamente, y fue imperioso darle un descanso digno. El dolor que siento en mi corazón no lo había sentido antes”

-Valentina Guarín a El Tiempo.

 

El perro habría sufrido un fuerte golpe recibido en la zona de la cola, según los reportes médicos de la clínica veterinaria que lo atendió.

 

No es el primer caso

De acuerdo con Valentina Guarín, en este corregimiento minero ya se han denunciado casos de violación de animales. Tiempo atrás, otra canina llegó a esta Fundación por la misma causa y, aunque no murió, no puede caminar durante largos periodos.

 

«Alma fue abusada sexualmente por vía rectal en junio pasado en una mina de Irra. Según la única testigo, fue un minero. Este trabajador aplicó grasa alrededor del ano de la perrita, se puso un preservativo y de esta forma logró accederla. El agresor se recostó en el suelo y fue visto con vestigios de grasa y sangre sobre su ropa”
-Guarín a El Tiempo.
Hasta el momento las autoridades no se han pronunciado frente a las demandas interpuestas por la Fundación.

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