Durante el discurso del pasado miércoles 27 de septiembre en la Plaza de Bolívar, en el contexto de las movilizaciones por «la vida y la paz», el presidente Gustavo Petro anunció una próxima reforma en los servicios públicos, anuncio que dejó muchos interrogantes.
La reforma impactará específicamente en la normativa de los servicios públicos domiciliarios, comenzando con la energía eléctrica, que actualmente enfrenta desafíos significativos en algunas zonas del país debido a dificultades para cubrir la demanda. Además, se anticipan ajustes en el gas, acueducto y alcantarillado, así como en los servicios de telefonía e internet.
El presidente sostiene que busca garantizar los mínimos vitales en la prestación de estos servicios y modificar las tarifas que pagan los usuarios, alineándose con la idea de dar a los usuarios la capacidad de influir en las políticas de cobro.
Entre las estrategias consideradas por el gobierno Petro se encuentra la garantía de acceso a internet en todo el territorio nacional y la generación de soluciones innovadoras en energía eléctrica para áreas que carecen de este servicio, mediante el uso de paneles solares y otras fuentes respaldadas por el Ministerio de Minas y Energía.