Una lujosa prisión construida por el desaparecido narcotraficante Pablo Escobar para cumplir su condena, fue transformada como hogar para los abuelitos, un refugio sin recursos llamado San Benito Abad, el cual carga una historia de violencia y un pasado oscuro. Estas personas de la tercera edad que residen en este refugio, manifiestan experiencias paranormales, y aseguran que el recinto está habitado por supuestas almas en pena.
El 19 de junio de 1991, Pablo Escobar se entregó a las autoridades y estableció su propia cárcel, que poco se parecía a una prisión convencional debido a su lujo y comodidades. Tras 405 días detenido, el 21 de julio de 1992, Escobar se fugó de La Catedral junto a varios de sus hombres de confianza. Décadas después, en 2007, un grupo de monjes benedictinos decidió reconstruir el lugar, inicialmente para convertirlo en un hogar para niños de bajos recursos, y desde 2012, en un asilo para ancianos.
El equipo periodístico de Telemundo visitó La Catedral y conversó con los residentes, quienes manifestaron sus inquietantes sobre presencias no visibles. También se mencionó que, en más de una ocasión, alguien ha tocado las puertas sin que nadie esté allí, aunque algunos no creen en esos fenómenos. El padre Elkin Ramiro Vélez, director del hogar, aseguró que no siente temor ante estas manifestaciones y que su fe lo protege de cualquier mal.
La catedral tiene imágenes y testimonios de la violencia que marcó la era de Pablo Escobar. El padre Vélez espera que los turistas que visiten el lugar puedan confrontar la cruda realidad del legado de Escobar y comprender que la historia es mucho más compleja que la glorificación del narcotraficante.