Cada 25 de septiembre, desde hace más de tres décadas, Colombia rinde homenaje a los hombres y mujeres que, desde las droguerías de barrio, permanecen en la primera línea del cuidado de la salud. Su servicio constante ha sido clave para millones de familias, consolidando a los droguistas detallistas como un gremio indispensable para el bienestar colectivo.
El Día del Droguista es más que una fecha conmemorativa: es la ocasión para reconocer a quienes, con vocación y entrega, se han convertido en un apoyo esencial en la vida cotidiana de los colombianos. Estos profesionales no solo dispensan medicamentos, también generan confianza y cercanía, demostrando que su labor va mucho más allá de un oficio.
Bienestar y labor social
Las droguerías de barrio son, para muchos colombianos, el primer lugar al que se acude cuando surge una molestia, fiebre inesperada o inquietud de salud. Allí no solo se encuentra un medicamento: se recibe acompañamiento, cercanía y, en muchas ocasiones, un consejo oportuno que puede marcar la diferencia.
El droguista detallista es un profesional capacitado que, gracias a su preparación técnica, regulatoria y en servicio al cliente, cumple un rol único: ser un apoyo cercano en salud y, al mismo tiempo, un aliado de confianza en la comunidad.
Más que un mostrador: un servicio de vida
Detrás del mostrador de una droguería se atienden historias, se escuchan preocupaciones y se construye confianza. Los droguistas trabajan largas jornadas, sacrificando tiempo personal y familiar para mantener siempre abiertas sus puertas.
La pandemia del COVID-19 puso en evidencia este compromiso: mientras muchos sectores cerraron, las droguerías permanecieron abiertas, ofreciendo medicamentos, productos esenciales y orientación en medio de la incertidumbre. Fueron héroes cotidianos que sostuvieron la tranquilidad de los barrios colombianos.
Educación y prevención en salud
Uno de los aportes más valiosos del droguista detallista es la educación sobre el uso responsable de los medicamentos. Su labor orientadora ayuda a prevenir la automedicación, interacciones riesgosas y a recomendar la consulta médica cuando es necesaria.
En un país donde gran parte de la población acude primero a la droguería antes que al hospital, este papel pedagógico resulta fundamental para la salud preventiva.
Impacto social y económico del gremio
Con más de 33.000 droguerías tradicionales en el territorio nacional y más de 10.000 asociadas a Asocoldro, este sector genera miles de empleos directos e indirectos, dinamiza la cadena de suministro y asegura acceso a la salud en comunidades con poca oferta institucional.
Se trata de un motor económico y social que mantiene viva la tradición de la droguería como espacio de confianza. Políticas como la Ley de Distancias reflejan la necesidad de equilibrar la competencia y garantizar la sostenibilidad de este modelo.
El compromiso de Asocoldro
La Asociación Colombiana de Droguistas Detallistas (Asocoldro) acompaña al gremio desde hace más de cuatro décadas, con presencia en los 32 departamentos del país. Su labor ha sido clave en la formación, actualización y defensa de intereses de los droguistas, promoviendo programas de capacitación, asesorías jurídicas y técnico-sanitarias que fortalecen su rol social.
Hoy, más que nunca, Asocoldro reafirma su compromiso de defender la sostenibilidad de las droguerías tradicionales, impulsar la innovación y garantizar que los droguistas sigan siendo el primer punto de acceso al cuidado de la salud en Colombia.











