Desde el periódico El Bolivarense nos unimos con El Universal para incentivar la campaña «¡Cartagena sí!», una iniciativa que busca unir a la ciudad y mostrar su potencial como centro de desarrollo para América Latina. Esta campaña tiene como objetivo comunicar el orgullo y sentido de pertenencia hacia la ciudad, así como compartir su magia y sabor con Colombia y el mundo. También busca mostrar que Cartagena es un gran centro de desarrollo para América Latina, con puertas abiertas para turistas y financieros que quieran descubrir su potencial industrial, de inversión y turístico. «¡Cartagena sí!» busca unir a la ciudad y encender en cada cartagenero el fuego del sentido de pertenencia, mostrándoles que Cartagena es cuidar su entorno y valorar su historia. También busca fomentar la cultura, impulsar la educación, apoyar el talento local y promover la inclusión social. Para lograrlo, se utilizarán todas las plataformas de El Universal y El Bolivarense, para difundir información alrededor de la campaña. La meta es inspirar a los turistas a visitar la ciudad y a los inversionistas a invertir en ella, y que juntos podamos decir: «Cartagena es nuestra, Cartagena es de Colombia y juntos la podemos disfrutar con libertad». Con la campaña «¡Cartagena sí!», nos unimos para forjar conexiones que nos unen más allá de las fronteras físicas y culturales, viviendo y mostrando que Cartagena es solo una y que vale la pena vivirla y disfrutarla.

Una nueva alerta ambiental ha sido emitida por la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique) tras detectar altos niveles de contaminación en la Ciénaga de Portonaito y Playa Blanca-Barú. La presencia de coliformes en el agua, así como residuos peligrosos y domésticos, ponen en riesgo la biodiversidad y el equilibrio ecológico de la zona. La inspección, realizada el pasado 7 de febrero, incluyó pruebas de Calidad Ambiental Marina (ICAM) que determinaron que las aguas no son aptas para contacto primario. Además de la contaminación microbiológica, los técnicos de Cardique evidenciaron fragmentación de manglares, acumulación de residuos sólidos y presencia de hidrocarburos, factores que agravan la crisis ambiental en este importante destino turístico. Uno de los hallazgos más preocupantes es la presencia de tubos que, presuntamente, descargan aguas residuales domésticas directamente en la ciénaga, lo que no solo afecta la calidad del agua sino que también pone en riesgo la vida de especies protegidas, como la tortuga carey (Eretmochelys imbricata). Asimismo, las zonas de baja mar en Playa Blanca estarían contribuyendo a procesos erosivos que amenazan la estabilidad del ecosistema costero. En respuesta a estos hallazgos, Cardique ha activado el Auto 0096 del 13 de febrero de 2025 e inició una investigación preliminar bajo el marco de control y vigilancia ambiental de la Ley 1333 de 2009. La entidad hace un llamado urgente a las autoridades y comunidades locales para fortalecer las acciones de conservación y mitigar el impacto ambiental en esta área clave para la biodiversidad y el turismo sostenible en Cartagena.

Cartagena de Indias, cuna de ritmos y talento, vio nacer a John Jairo Sayas Díaz, conocido mundialmente como El Sayayín, un 4 de junio de 1982, desde los humildes barrios de Canapote y Olaya Herrera, Sayas se convirtió en un ícono que redefinió la música caribeña al ritmo de la champeta, un género que él mismo ayudó a gestar. Su viaje artístico comenzó en el bullicioso mercado de Bazurto, donde sus rimas atrevidas y su energía contagiosa encontraron su primera audiencia. Inspirado por la leyenda del Joe Arroyo, Sayas pasó horas perfeccionando su voz en los rincones más insólitos, como galones de agua vacíos, donde replicaba las melodías de su ídolo. En 1995, con apenas 13 años, Sayas compuso su primer éxito, el escándalo, que rápidamente se convirtió en un himno en su barrio, fue entonces cuando José Quessep, un productor visionario, reconoció su talento y lo bautizó como El Sayayín, en honor a los guerreros de la popular serie animada Dragon Ball Z, el apodo resonaría tanto como su música, y juntos lanzaron éxitos inolvidables como La suegra voladora y La píldora. En 2001, El Sayayín alcanzó nuevos horizontes al grabar con Sony Music en el álbum La champeta se tomó Colombia. Sus temas La voladora y La pruebita marcaron un antes y un después en la champeta, consolidándola como un fenómeno nacional e internacional. A pesar de su éxito, Sayas nunca olvidó sus raíces, en 2010, rindió homenaje a Cartagena y sus poetas con su álbum El Alcatraz, explorando nuevas fusiones de porro, jazz y champeta, sin embargo, su carrera se vio truncada por la tragedia. El 15 de julio de 2010, tras luchar 19 días contra las heridas de un atentado, El Sayayín falleció en la clínica Fundación María Reina de Sincelejo. Su legado vive en el corazón de la champeta y de quienes encontraron en su música una expresión de alegría, resistencia y autenticidad. Desde Bazurto hasta los escenarios internacionales, El Sayayín dejó una huella imborrable en la cultura caribeña, recordándonos que los héroes musicales también trascienden la vida.