Cartagena es una ciudad con un alma que respira historia y cultura, y el Teatro Adolfo Mejía, inaugurado en 1911, es uno de sus corazones palpitantes. Este majestuoso edificio, declarado monumento nacional, se erige en el mismo lugar donde alguna vez existió la Capilla de la Merced. Con una arquitectura que evoca el encanto del siglo XIX, el teatro se ha convertido en una joya invaluable, un símbolo de la identidad cartagenera que ha resistido el paso del tiempo. A lo largo de los años, el Teatro Adolfo Mejía ha sido testigo de algunos de los eventos más importantes en la agenda cultural de la ciudad. Entre ellos, destaca el prestigioso Festival Internacional de Cine de Cartagena, que año tras año reúne a cineastas, críticos y amantes del cine de todo el mundo. El teatro se convierte en un espacio donde se proyectan historias de distintas latitudes, generando un diálogo que trasciende fronteras y posiciona a Cartagena en el mapa global de la industria cinematográfica. Además del cine, la literatura también ha encontrado en el teatro un escenario ideal. El Hay Festival, un encuentro literario de renombre, transforma cada rincón del Adolfo Mejía en un refugio para escritores, lectores y pensadores. Las conferencias y talleres que se desarrollan en este espacio han enriquecido la escena literaria local, aportando ideas frescas y contribuyendo a forjar una comunidad intelectual vibrante en la ciudad. El Teatro Adolfo Mejía, sin embargo, no se limita al cine y la literatura. En 2022, su escenario fue el epicentro del XVI Festival de Música de Cartagena, dedicado a la música del siglo XIX. Con obras de compositores como Schubert y Brahms, renombrados músicos y solistas internacionales deleitaron al público, destacando la importancia de la música de cámara y reafirmando el teatro como un espacio donde diversas formas de arte pueden convivir y florecer. Tras una restauración en 1998 que devolvió su esplendor original, el Teatro Adolfo Mejía sigue siendo un faro cultural en Cartagena. Con su mural de las nueve musas y capacidad para 643 personas, representa no solo un legado arquitectónico, sino también un compromiso con el futuro artístico de la ciudad. En sus muros, la historia de la cultura cartagenera encuentra refugio y su presencia inspira a futuras generaciones de artistas y soñadores. Fotos a quien le corresponda.

La Cámara de Comercio de Cartagena presentó oficialmente su nuevo servicio llamado “Clínica del Emprendedor”, una iniciativa que busca acompañar y fortalecer a emprendedores con ideas en etapa inicial o negocios en marcha que necesitan estructuración. A través de esta estrategia, se ofrecerán herramientas clave y asesoría personalizada para convertir estas iniciativas en microempresas estables y sostenibles. El programa contempla bootcamps intensivos en temas como finanzas, marketing digital, ventas, innovación y legislación empresarial. Además, los emprendedores contarán con orientación para diseñar modelos de negocio, preparar presentaciones comerciales efectivas y acceder a espacios de networking gestionados por la Cámara, incluyendo ferias y visibilidad en medios como “Cartagena Cuenta Radio”. Esta iniciativa apunta a mejorar las habilidades prácticas y estratégicas de los participantes, con miras a su integración efectiva en el ecosistema empresarial de la región. Como parte de su compromiso regional, la Cámara extenderá el programa durante 2025 a los municipios de Clemencia y Villanueva, buscando impactar positivamente las zonas donde el espíritu emprendedor se encuentra en crecimiento. La inscripción es gratuita a través del enlace https://acortar.link/uqWtbj, y tanto instituciones como líderes comunitarios pueden referir a emprendedores potenciales. Para más información, se habilitó el correo: clinicadelemprendedor@cccartagena.org.co.

Los residentes del barrio La Sierrita han expresado su profunda indignación por el reciente aumento desmesurado en sus tarifas eléctricas, tras la instalación de nuevos transformadores y el reemplazo de postes, cableados y medidores. Los recibos de electricidad han triplicado su valor habitual , con algunas facturas alcanzando hasta un millón de pesos, a pesar de que el consumo registrado abarca solo 17 días. Gladys Gómez, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio, explicó la situación: “Somos de un estrato bajo que vive del día a día, y no tenemos los ingresos para enfrentar recibos tan elevados. Nos han citado a tres reuniones y nos aseguraron que las tarifas no serían afectadas, pero las facturas que hemos recibido son completamente desproporcionadas”. Debido a la magnitud del aumento, los residentes no han permitido la finalización de la intervención del prestador de servicio hasta que se resuelvan las reclamaciones y se ajuste la tarifa a un nivel razonable. El barrio La Sierrita se une a otras áreas del distrito, como Olaya, sector Ricaurte y Policarpa, que también han solicitado atención urgente debido a problemas similares relacionados con el suministro eléctrico. Mientras tanto, la empresa de servicios públicos ha confirmado que continuará con su plan de inversiones.