“La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado”, Eduardo Galeano.
Por Alvaro Morales de León
Hace pocos días la Policía de España y el Servicio de Vigilancia aduanera de este mismo país interceptaron en altamar, y en cercanías a Islas Canarias, 4.500 kilos de cocaína dentro de un carguero que procedente de Colombia y habiendo zarpado del Puerto de Cartagena transportaba, dicen los medios, “1.750 vacas” con destino a Libia, en África; vacas que no eran vacas sino novillos gordos.
Se ha conocido igualmente que el carguero, “Orión V”, donde se encontró el narcótico alijo, es el mismo barco transportador de ganado en pie de al que con nombre “Spiridon”, por sospechoso, se le venía haciendo seguimiento, sobre todo, cuando partía del sospechoso Puerto de Cartagena de Indias, dicen las autoridades.
El carguero no alcanzó a realizar su prevista escala en el mediterráneo puerto de Ceuta, en la orilla africana del Estrecho de Gibraltar, en cuyas cercanías tenía planeado que pequeñas embarcaciones transportaran la carga del narcótico hasta tierra firme.
Como la canción, ahora nadie sabe nada; la presidencia de Fedegan dice no sólo desconocer los hechos sino además, se exculpa de toda responsabilidad, como de igual manera lo ha hecho la empresa transportadora, “Frontera Vacana” y las administradores del Puerto de Cartagena, lo cierto es que este accionar delictivo, según la Policía de España, no es nuevo, y que este barco carguero es el mismo que bajo esta misma modalidad era parte de la organización de narcotráfico conocida como el Clan Santórum, un grupo familiar de Galicia, España, dedicado al narcotráfico
Pero este caso donde se atrapó a este barco cargado de ganado y de cocaína, por los antecedes y por las informaciones, parece no ser ni el único barco ni la única vez que se ha utilizado este sistema para traficar drogas con ganado en esta ruta conocida como la Ruta Atlántico – africana; por lo que dice la Policía española.
Hace varios años en Cartagena fue de público conocimiento el descubrimiento del tráfico de cocaína que escondida en una muy sutil perforación que se hacía en el ñame de “exportación” se hacía desde los Puertos de Cartagena y de Barranquilla, principalmente, embarcándose rumbo a los países compradores y consumidores de esta droga, la cocaína, en esa época, Estados Unidos.
Por cierto tiempo la gente creyó que verdaderamente con el cultivo y comercialización del ñame se podía rápidamente salir de la pobreza; hasta así lo llegaron a pensar los sanjuaneros y los de San Cayetano, en Bolívar, zonas de la más alta productividad de ñame en este departamento.
Dijeron los medios de esa época que tales matutes de ñame “envenenado” con cocaína los organizaba Jaime Mejía, un ex trabajador de Mamonal que terminó siendo el dueño de “Los Indios”, el equipo de Beisbol profesional con arraigo en Cartagena, de conjuntos residenciales en el barrio de Manga y de una alta edificación en Bocagrande destinada a la prestación de servicios hoteleros.
Un poco más reciente, también aquí en Cartagena, fue un escándalo nacional cuando en un almacén de insumos agropecuarios instalado en el barrio el Bosque de esta ciudad fue capturado por la Policía un grandísimo cargamento precursores para la elaboración de cocaína, carbonato de calcio, por el cual y por cuya responsabilidad, dueño y empleados de este almacen agropecuario terminaron detrás de las rejas por un considerable tiempo.
Esta situación del carguero con el ganado y la cocaína, no es nueva, no ha sido ni será la única en la práctica de este delito de narcotráfico; en los tiempos de la “bonanza marimbera” de la que disfrutaron algunos guajiros, principalmente, por allá en la década de los 70 y los 80, fueron muchos de ellos, los involucrados en la bonanza, que para “legalizar” su dinero producto del narcotráfico, importaban grandes cantidades de ganado lechero, principalmente, el Holstein y el Pardo Suizo, ganado europeo que mantenían bajo sofisticada infraestructura y atención veterinaria, más por ostentación que por producción o negocio.