Todos somos: Bahía de Cartagena

La Bahía de Cartagena de Indias ha soportado el olvido de la ciudad, el descuido de las administraciones distritales y el mal uso de sus colindantes durante más de una década. La acumulación de residuos sólidos, la sedimentación y las aguas negras que van a tener directamente a la Bahía causan una contaminación sin precedentes.

En ese orden de ideas, desde Poliveedores del Caribe, en ejercicio del control social ambiental, convocatoria del Min Ambiente y (PNUD) #AlertaPorMiAmbiente, le ponemos la lupa al Establecimiento Público Ambiental de Cartagena – (EPA Cartagena) por la problemática ambiental de la calle canal del 20 de julio de Santa Ana- Barú. El corregimiento de Santa Ana, se enfrenta a una compleja realidad de saneamiento ambiental que ha impactado significativamente la vida de sus residentes durante más de una década.

La raíz de esta problemática se encuentra en un proyecto de pavimentación que se llevó a cabo hace más de 10 años en varias calles del corregimiento, con el propósito de mejorar la infraestructura vial en la zona. Sin embargo, por la no planificación, las calles construidas quedaron con un desnivel tal, que todas las aguas ahora van a tener a la calle del 20 de julio.

Asimismo, la ausencia de un sistema adecuado de alcantarillado ha hecho que algunos residentes, durante las fuertes lluvias, saquen directamente en la calle los tubos de las fosas sépticas a la calle para que el agua se lleve las heces fecales hasta la calle-canal del 20 de julio, contribuyendo aún más a la contaminación y aumentando los riesgos para la salud pública, el riesgo de enfermedades transmitidas por vectores (Dengue, fiebre amarilla), gastrointestinales, infecciones cutáneas y respiratorias, y un impacto al medio ambiente inimaginable.

Además de los problemas de salud pública, el desnivel de la calle ha permitido que la fauna local, incluidas babillas y otros animales, accedan al pueblo, lo que representa un peligro constante para la seguridad de los residentes.
Por otro lado, la vida de los niños locales se ve afectada ya que el campo en el que suelen jugar está al lado de la calle afectada.

La acumulación de aguas negras y la contaminación en la zona ponen en riesgo la salud de los niños y limitan sus oportunidades para disfrutar de actividades al aire libre de manera segura, ¿Adivinen que hace un niño cuando su balón cae en el canal? Así es, meterse en las aguas y sacarlo con sus manos, manos que posteriormente son usadas para ingerir alimentos.

Esta problemática ambiental ha tenido graves consecuencias para la comunidad local. Se han reportado casos de niños que sufren infecciones en la piel debido al contacto con el agua estancada contaminada. El mal olor permanente en la zona ha hecho que la vida cotidiana sea insoportable para los residentes, afectando negativamente su calidad de vida y bienestar emocional.

Actualmente, la calle canal del 20 de julio es utilizada como alcantarillado y un lugar donde se tiran todos los residuos sólidos y se acumula toda la podredumbre. Ahora bien, ¿En que afecta el canal del 20 de julio a la Bahía de Cartagena? En mucho, debido a que los residentes de la zona, para darle solución a la problemática, instalaron una bomba que traslada el agua servida y los residuos sólidos de la calle canal a un pequeño canal construido para evacuar estas aguas que van a desembocar a la Bahía de Cartagena.

En conclusión, la situación de la calle canal del 20 de julio en Santa Ana refleja una compleja problemática que abarca la acumulación de agua estancada, residuos sólidos, enfermedades transmitidas por vectores y las heces fecales, los malos olores y la contaminación ambiental, los riesgos para la salud pública, el impacto en la Bahía de
Cartagena, la afectación a la calidad de vida de los residentes y la limitación en las oportunidades de recreación para los niños locales.

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