Problema de las clases virtuales y el sistema educativo en Colombia

Por Davinson Aldana Hoyos

Las clases virtuales son una realidad a día de hoy, se ha demostrado su eficacia en muchos ámbitos y existen varias herramientas tecnológicas que nos permiten emplear esta modalidad de enseñanza, como lo son las plataformas de Aula Virtual (Blackboard, Moodle, ECollege, Litmos, Edmodo, Google Classroom, etc) o las plataformas de Sistema de Gestión de Aprendizaje (SGA). En muchos países y en muchas instituciones educativas en el mundo es algo del día a día, es normal, forma parte de su cotidianidad.

Las investigaciones realizadas con base a estas herramientas, han demostrado su valía, es el caso de la investigación de Aulas Digitales en la Educación Superior en el que se plantea  que, «la plataforma Moodle es utilizada en todo el mundo, por ejemplo en Rumanía la utilizan y les ayuda a mejorar el rendimiento académico de los estudiantes y les proporciona más confianza en sí mismos, estudiando y entendiendo mejor los contenidos del curso, además es un soporte para los profesores (Un estudio sobre la investigación de la efectividad del aprendizaje al aplicar el aprendizaje electrónico MOODLE en la escuela primaria de Taiwán, Pin-Chang Chen, 2014). La plataforma Edmodo proporciona: motivación, empoderamiento e innovación, pues los estudiantes están motivados para pasar el tiempo aprendiendo como mejorar su práctica, además se sienten facultados para realizar cambios en su práctica, y creen que pueden adoptar prácticas innovadoras y centradas con sus pares académicos (Torrey Trust, 2017). Edmodo tiene la particularidad de crear un espacio virtual donde se da la confianza a los alumnos para dialogar y llevar a cabo las clases programadas, de manera efectiva.», para conocer más ingresa aquí. 

La investigación realizada por Ünal Çakiroğlu (2014), evalúa la calidad del aprendizaje a distancia en la educación superior considerando los siete principios de buenas prácticas (SPGP), sus resultados muestran que las perspectivas con respecto al aprendizaje en general eran «Muy satisfactorio», mientras que la subsección de aprendizaje activo se evaluó como «satisfactoria», además la dimensión de «enseñanza» de SPGP se consideró «altamente satisfactoria».

Entonces, si son tan eficaces estas herramientas tecnológicas ¿Por qué no se implementan aquí en Colombia? ¿Qué pasa aquí? Si con las medidas de confinamiento que tenemos a día de hoy a causa del brote de COVID-19, esa sería la opción perfecta e indicada para seguir avanzando en los procesos académicos.

La respuesta es la siguiente

Principalmente, no tenemos la infraestructura tecnológica, nuestro sistema educativo no ha creado proyectos sostenibles y eficaces para implementar estas herramientas virtuales, no tenemos esa cultura, no estamos familiarizados con este sistema de aprendizaje, por ejemplo en México, La Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (UPIICSA) realizó una encuesta a una muestra aleatoria de 428 alumnos.

Los resultados muestran que los alumnos de UPIICSA no usan las aulas virtuales, el promedio académico es de 7.98 y 36% de los estudiantes tienen materias reprobadas. Se concluye que las aulas virtuales no son usadas por los estudiantes, pues estas no han sido implementadas por los profesores. Sin embargo, si se hiciera uso de estas tecnologías, los alumnos podrían incrementar su rendimiento académico aprovechando los elementos y recursos que ofrece esta tecnología para incrementar su rendimiento académico.

Entonces, como no estamos acostumbrados ni adaptados a este tipo de metodologías, no simplemente es una dificultad para los estudiantes. Ciertamente no todos tienen las capacidades para recibir un proceso académico no presencial, pero aquí en Colombia hay dificultades hasta para las clases presenciales, así que sería paradójico que pretendamos hacer uso de estas técnicas en toda su virtud. No es algo nuevo que existan dificultades para estudiar, existen carencias en todos los casos, y también todos los casos tienen una solución.

Pero los únicos perjudicados aquí no solo son los estudiantes, si no también de como los docentes y las instituciones académicas están llevando a cabo esta nueva metodología de las clases virtuales, para muchos desconocida. Otros están en una fase de aprender a utilizar este nuevo recurso, y ese proceso de prueba está presto a muchos errores y deficiencias.

Por otra parte están los docentes

Quienes la mayoría, en su proceso de formación profesional no tuvieron capacitación con esas tecnologías (en la época de la mayoría de los docente que tenemos hoy, no existía estas herramientas tecnológicas). A eso se debe la incomodidad que muchos han presentado a la hora de dictar cátedras virtuales, y distar de los métodos pedagógicos tradicionales, empleados durante muchos años y la experiencia ha sido demasiada dura para muchos, de hecho, algunos directamente se han resignado a aplicar el uso estas nuevas tecnologías, a causa de la frustración que les viene encima, por no entender su funcionamiento al 100% y la falta de compromiso por parte de los planteles educativos y algunos estudiantes a la hora de emplear estos nuevos instrumentos tecnológicos.

Al tener tan pocas alternativas para utilizar las TIC en la educación, la alternativa que aparece ante muchos, es la suspensión de todos los periodos académicos, dada la falta de capacidad que tienen tanto los estudiantes como los planteles educativos de poder formar y ser formados con una educación de calidad utilizando eficazmente las herramientas tecnológicas.

En definitiva, el problema en cuestión es de cultura, no estamos acostumbrados a este estilo de vida, el estar encerrados ha afectado más áreas de la sociedad de las que creemos… Pero… no queremos que recuerden esta etapa de la historia de Colombia solo como una crisis, si no también, que pueda ser un ejemplo de superación y aprendizaje.

Esta situación solo demuestra el atraso que tiene el país en nivel tecnológico y educativo, por eso la invitación no es solo a los pedagogos e ingenieros en sistema o al Ministerio de Educación a que creen programas sostenibles y viables para la implementación eficaz de todas las herramientas tecnológicas para el progreso de la educación, si no también a todos los colombianos a despertar, ponernos al día, el futuro es hoy y de nosotros depende el estar actualizados con toda la tecnología que están a nuestro alcance, e incluso crear aún nuevas tecnologías.

Solo de una manera unánime podremos tener orden y avanzar de manera competente en el sistema educativo, de eso depende el futuro de nuestro País, la esperanza de una Nación y de una sociedad desarrollada y capaz de afrontarlo todo.

 

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