En los inicios de la aviación en Colombia, Cartagena jugó un papel importante como escenario de los primeros vuelos comerciales en el país. En 1919, la ciudad acogió la llegada de los primeros aviones Farman, traídos desde Francia por empresarios visionarios como Nemesio De la Espriella y Guillermo Echavarría. Un hangar improvisado en Bocagrande, donde hoy se levanta el Hotel Caribe, fue testigo del despegue del avión “Cartagena”, marcando el inicio de la aviación comercial en Colombia.
En febrero de 1920 se inauguraron los vuelos de correos entre Cartagena y Barranquilla, un hecho que causó gran expectación entre los habitantes de ambas ciudades. Bajo el mando del piloto francés René Bazin y teniendo como pasajeros al alcalde de Cartagena y a la reina Tulia Martínez Martelo, fueron parte del vuelo inaugural sobre la bahía, lo que consolidó a Cartagena como el punto de partida de la aviación en el país.
Aunque la Compañía Colombiana de Navegación Aérea (CCNA) enfrentó desafíos tecnológicos y la competencia de la Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéreos (SCADTA), hoy Avianca, su legado en la historia de la aviación colombiana es innegable.
A lo largo de las décadas, el aeropuerto ha evolucionado, y en 1986 fue renombrado en honor a Rafael Núñez, expresidente y compositor del himno nacional. Desde su modesto inicio en Bocagrande hasta convertirse en uno de los principales aeropuertos de la región Caribe, el aeropuerto Rafael Núñez ha sido testigo del crecimiento constante de Cartagena como un centro turístico y comercial de importancia nacional e internacional.
Hoy, con más de cinco millones de pasajeros al año, el aeropuerto sigue siendo un símbolo de la conexión de Cartagena con el mundo, albergando vuelos que cruzan continentes y manteniendo su lugar como uno de los aeropuertos más importante de Colombia. Mientras se planea su expansión, la historia del Rafael Núñez nos recuerda cómo Cartagena, desde hace más de un siglo, ha sido protagonista en la historia de la aviación del país.