Sapo quimbaya pertenece a este género de sapos arlequín y se conoce en solo tres localidades de la vertiente occidental de los Andes centrales colombianos

Esta especie de sapo, Atelopus quimbaya, pertenece al género de sapos arlequín y se conoce en sólo tres localidades de la vertiente occidental de los Andes centrales colombianos: la Reserva Natural La Montaña en el municipio de Salento, Quindío; el Parque Natural Regional de Ucumarí en el municipio de Pereira, Risaralda; y la Reserva Bosque del Río Blanco en la cuenca del río Chinchiná.

Atelopus quimbaya.

Durante las dos últimas décadas, diferentes entidades han hecho investigaciones donde precisamente solía habitar esta especie, pero los resultados muestran su extinción.

El equipo de investigadores, realizó salidas de campo a las tres localidades donde habitaba la especie y también reunieron estudios científicos históricos para entender las causas de la disminución del Sapo Quimbaya. Los científicos por lo pronto declararon en alerta roja la existencia de esta especie de sapos y es por esa razón pidieron a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) que declare como “probablemente extinto” a este animal.

Causas de su posible extinción

En las zonas estudiadas, se prevé que por la introducción en 1953 de la trucha arcoíris en la cuenca del río Otún y en la Reserva Natural de Navarco del Quindío, hayan llevado a la extinción a este sapo; convirtiéndolos en uno de sus principales depredadores. El equipo científico estudia los efectos negativos de la trucha sobre este sapo ya que se tiene evidencia científica del impacto que ha tenido sobre otras especies de anfibios.

También se habla de un hongo conocido como Batrachochytrium dendrobatidis (Bd), originario de Asia, que se encuentra ampliamente distribuido alrededor del mundo. Animales con mayor aversión con estos hongos pueden desarrollar paros cardíacos y problemas respiratorios. Precisamente el género Atelopus es considerado como uno de los grupos con más alta aversión a este hongo. En 1979 y 1994, estudios realizados a 23 ejemplares arrojaron una susceptibilidad hacia estos hongos.

El instituto Humboldt, la Universidad del Valle, el Instituto de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia y el Museo de Herpetología de la Universidad de Antioquia, la universidad Javeriana de Calí y Wildlife Conservation Society, y las internacionales ProCAT, Centro para la Ciencia Abierta y la Conservación de la Biodiversidad en Costa Rica y la Universidad Autónoma de México, seguirán determinando las verdaderas causas que probablemente llevan a la extinción del sapo de género Atelopus quimbaya.

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