Por: Laura Ospino y Carlos Castilla
Hoy 25 de julio se conmemoran 199 años de la batalla del Pantano de Vargas, el enfrentamiento realizado el 25 de julio 1819 tuvo lugar en Paipa, Boyacá entre las tropas patriotas y las tropas realistas en la que los patriotas buscaban la independencia del entonces Virreinato de la Nueva Granada, hoy Colombia, Panamá, Venezuela y Ecuador.
En 1969, en la conmemoración de la Batalla del Pantano de Vargas, se instaló, en donde tuvo lugar este enfrentamiento, el que aún es el monumento más grande de Colombia; es el monumento a los lanceros, erigido por el artista colombiano Rodrigo Arenas Betancur y diseñado estructuralmente por el ingeniero Guillermo González Zuleta, lo curioso de todo esto es que el tan mencionado Pantano de Vargas, luchar de tan magno enfrentamiento, ya no existe.
El Pantano de Vargas fue para en aquella época un importante ecosistema para la flora y la fauna del territorio Neogranadino, era el sitio de recepción de aves migratorias que venían de Canadá para reproducirse gracias a las bajas temperaturas que allí se daban, una vez fortalecían sus crías, regresaban nuevamente a su hábitat en América del Norte.
La desaparición del Pantano de Vargas es uno de los tantos ejemplos de pérdidas de ecosistema que nuestro país y que permite concluir que es tan antigua como la historia patria, lo preocupante, es que a este fenómeno no se le ve un cese total, cada día siguen despareciendo hábitats, es inminente, la destrucción de nuestra naturaleza irá de la mano de nuestra historia patria.