Este 18 de julio, el Hotel Corales de Indias fue el espacio donde la Fundación Dignitas abrió diálogos que buscan transformar a la mujer en un agente de cambio social a propósito de la implementación del acuerdo de paz.

El evento era la graduación y reconocimiento de mujeres de sectores de Cartagena que han sido foco de conflicto y violencia; se buscó resaltar que para la construcción de paz no hay que ir a las zona afectadas por el conflicto armado, sino empezar desde lo más próximo, sea el hogar, el barrio o la ciudad.

La Fundación Dignitas, busca ser ese puente mediador entre las poblaciones vulnerables a la violencia y las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que deseen apoyar la causa de la paz. Por eso se están implementando escuelas e interviniendo zonas donde se pueda enseñar a evitar la violencia, que según Claudia Anaya, secretaria de participación de Cartagena, son conductas aprendidas.

Quelis Rodríguez es la directora de Fundación Dignitas y la principal organizadora de este evento y cuenta que por medio de la Fundación ha alcanzado a 320 niños víctimas de violencia, generando un impacto indirecto en 1500 personas de la ciudad, puesto que una persona puede generar influencia en unas cinco.

Círculos de paz

La Fundación, ha encontrado una forma de impactar positivamente a las comunidades de la ciudad y es así como han creado los ‘Círculos de paz’, organizados en diálogo, ceremonia de inicio y ceremonia de cierre. Uno de los cambios más significativos que han conseguido es renombrar calles con nombres que en lugar de generar un impacto negativo, genere ideas y pensamientos positivos. Las calles del barrio El Pozón son un ejemplo, cuenta Quelis Rodríguez: ‘Rincón guapo’, ‘Calle del llanto’ y ‘La curva peligrosa’ son nombres que promueven violencia y es por eso que con mujeres de la zona se decidieron a utilizar nombres como ‘Calle de la Paz’, colocando letreros en la entrada de estas calles y dándoles así otra identidad.

Diálogo

Estos espacios de diálogo en la ciudad, buscan abrirse a comunidades más cercanas a la violencia, partiendo de la forma como esta está estructurada. Según la ONU Mujeres, la violencia consta de una parte visible que es la violencia directa, y dos partes que son su base pero se hacen invisibles, llamadas violencia cultural (estereotipos sociales) y violencia estructural (obstaculización de la garantía de los derechos). Para conseguir disminuirla, hay que atacar la parte invisible y base de la violencia que según la ponente de ONU Mujeres se consigue reforzando el diálogo, la empatía, el liderazgo y reconociendo las capacidades del territorio.

De momento las comunidades donde han generado un impacto son El Pozón y Bicentenario; pero el plan de Fundación Dignitas, es llegar a las zonas de más difícil acceso, para cambiar vidas y cambiar desde el interior la estructura del país y eso solo se consigue: construyendo paz.

 

Por: Gissel Díaz S.

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