Han pasado tres décadas desde que Lorena Gallo, conocida en ese entonces como Lorena Bobbitt, conmocionó al mundo tras amputar elpene de su esposo, John Wayne Bobbitt, con uncuchillo de cocina .
Lo que inicialmente se interpretó como un acto de venganza, Gallo lo describe ahora como el resultado de años de abuso y violencia doméstica. El 23 de junio de 1993, en su residencia en Virginia, Lorena tomó la drástica decisión luego de sufrir años de maltrato físico y sexual. En medio de un estado de enajenación mental transitoria, según dictaminó un jurado en su juicio, cometió el acto que la llevó a la fama mundial.
Tras el incidente, John Bobbitt fue sometido a una cirugía que logró reimplantarle el pene. Sin embargo, la vida de ambos cambió para siempre. Lorena fue absuelta de los cargos por enajenación mental transitoria, mientras que su exesposo enfrentó varias denuncias por violencia contra otras mujeres.
“Muchos olvidan que había pruebas de los abusos. Llamadas a emergencias, hematomas… Él mismo presumía de obligarme a mantener relaciones sexuales”, aseguró Gallo. John, por su parte, mantiene su versión de los hechos, alegando que Lorena actuó por venganza.
Tras el juicio, Lorena intentó rehacer su vida. Trabajó como manicurista, peluquera y agente inmobiliaria. Además, se matriculó en la universidad, donde conoció a su actual pareja, David Bellinger. Juntos tienen una hija de 15 años.
“David fue un gran apoyo. Nunca pensé que alguien podría verme más allá de ‘esa’ Lorena”, comentó sobre su relación.
Gallo también ha canalizado su experiencia en la creación de una fundación que ayuda a víctimas de violencia doméstica, con la esperanza de que nadie más pase por lo que ella vivió.