¿Recuerdas los famosos “Bolis del Chavo”? Aquellos que costaban solo 200 pesos y eran el refrigerio perfecto para los días de calor. A pesar de su precio tan accesible, ofrecían un sabor único que se quedaba en la memoria de todos los que los disfrutaban. Podías encontrarlos en casi cualquier tienda de barrio, siempre a la espera de alguien que necesitara refrescarse del sol intenso.
El «Boli del Chavo» se convirtió en una tradición veraniega para muchos. Con su refrescante sabor y su presentación en un plástico sencillo, era común que los niños lo consumieran en medio de la tarde, cuando el calor era insoportable. A veces, el simple acto de comprarlo de ya traía una sensación de alivio inmediato. No era solo el sabor lo que lo hacía especial, sino también ese toque nostálgico que se asociaba con las tardes de descanso y juegos.
Hoy en día, aunque muchos de esos pequeños placeres ya no están al alcance de la mano como antes, el recuerdo de los «Bolis del Chavo» sigue vivo en la memoria colectiva. Esa sencilla golosina, tan barata y tan deliciosa, dejó una huella en muchos que la compartieron durante años. Esos pequeños momentos de frescura en medio del calor siguen siendo parte de una época que, aunque haya quedado atrás, permanece en los corazones de quienes los vivieron.
Fuente. Historia de Cartagena