«Blade Runner» se adelantó a nuestros tiempos. La película dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Harrison Ford está basada en la novela de Philipe K. Dick: «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?», una pregunta difícil de responder, aunque puede que dentro de unos lustros seamos capaces de contestarla. Puede que incluso, para entonces, tengamos androides que parezcan seres humanos completos y que, efectivamente, sueñen, despejando así este interrogante. Estos mismos androides son la fuente literaria de los «replicantes», los humanos artificiales que se fabricaron, al menos en principio, como mano de obra esclava en una versión distópica de Los Ángeles (EE.UU). Cuando se trata de tecnología, ciencia, informática, progreso e innovación, la Norteamérica de la Estatua de la Libertad aparece en primeras filas, del mismo modo en que también lo hace Rusia o Pekín. Sin embargo, la tecnología y, en concreto, la robótica también encuentran grandes profesionales en España. Empresas, como la danesa Universal Robots (cuya sede española se ubica e Barcelona), diseñan soluciones a problemáticas laborales reales, como las que se están dando en este siglo XXI, en el que la demanda necesita de un aumento en la producción a la que el ser humano, por sí mismo, sin una ayuda extra, no puede hacer frente. Como solución surge la robótica y, dentro de la misma, los brazos robóticos, que es en lo que principalmente se va a centrar este artículo. Sigue leyendo…
Brazos robóticos: ¿En qué consisten?
No hace falta definir «brazo». Así pues, tampoco es necesario definir con mucha extensión «brazo robótico». Se trata de un aparato/dispositivo programable, autónomo, diseñado para alcanzar a realizar aquellas tareas que se extienden más allá de las capacidades naturales que tiene un brazo humano. En el mercado, predominan principalmente los brazos robóticos articulados, que trabajan en diferentes ángulos y adoptan distintas posturas. Los hay de muy diversos tipos, entre los que se incluyen los «cobots» de Universal Robots o «brazos robóticos colaborativos«.
Características de los «cobots»
Estos brazos constan de 6 ejes diseñados para procesos industriales reiterativos, lo que conocemos habitualmente como tareas repetitivas o mecánicas. Cada brazo tiene una capacidad de carga distinta. Hay cinco modelos en total de «cobots», en función de si soportan más o menos peso: 3, 5, 12.5, 16 y 20 kilos.
Aplicaciones prácticas
La implementación del brazo robótico industrial en empresas, negocios… abarca desde tareas de montaje hasta labores de soldadura.
- Montaje: Tareas como atornillar pueden ser realizadas por brazos mecánicos que contribuyan a aumentar la producción.
- Dispensación: Realizan labores de pegado, sellado y pintura con mayor precisión y en menor tiempo.
- Acabado: Están diseñados para actuar con delicadeza cuando se trata de pulir, abrillantar e incluso lijar superficies.
- Alimentación de máquinas: Optimizan la producción.
- Manipulación de materiales: Ejecuta acciones de paletizado, empaquetado, bin picking y kitting (ensamblaje de piezas):
- Extracción de material: Saca material de donde sea necesario con procesos de amolado y desbarbado.
- Control de calidad: Tareas de medición, pruebas de calidad, inspección del estado de los productos…
- Soldadura: Los brazos mecánicos pueden ejecutar soldaduras por arco, TIG, ultrasónicas, por plasma y por puntos.
¿Qué ventajas tiene trabajar con robots?
Apostar por instalar robots como los brazos mecánicos en el entorno laboral contribuye a mejorar la productividad. No obstante, hay muchos otros beneficios:
- Desarrollan las tareas con más precisión.
- Trabajan 24 horas, 7 días a la semana.
- Reducen costes al no precisar de un salario.
- No necesitan tiempo de descanso.
- El estado emocional (como no tienen) no influye negativamente en las tareas laborales.
- Son automáticos, así pues se pueden mover sin la necesidad de que haya un supervisor vigilando.
- Facilitan tareas en aquellos puestos en los que sea menester la presencia física de algún empleado.
- En los trabajos pesados, como los de los mozos de almacén, en los que debe cargarse peso, los robots disminuyen el riesgo de lesión en los trabajadores, mejorando así su salud física (y también psíquica) en el entorno laboral.
- Pueden trabajar en entornos más hostiles, con independencia (por ejemplo) de las temperaturas, si son altas o frías… El rendimiento se mantiene constante.
- Pueden configurarse con bastante grado de personalización en función de las necesidades de la empresa, ajustándose en mayor medida a los requisitos de unas y otras compañías.
- Efectúan tareas repetitivas, mecánicas, que pueden agotar al trabajador.
- Parámetros como la velocidad a la que trabajan o el tiempo que se toman para llevar a término unas y otras tareas es programable.
Inteligencia Artificial (IA) en brazos mecánicos
La IA se está implementando en muchos sectores, letras incluidas. Así pues, en el caso de la industria no iba a ser menos. Actualmente, se están desarrollando investigaciones de cómo beneficia la IA a los brazos mecánicos. Un estudio sugiere que, de lograr que el brazo mecánico aprenda por sí mismo mediante la IA, podría conseguirse que él mismo tomara decisiones respecto a su propia programación, es decir, que reajustase parámetros como el ángulo desde el que ha de completar la tarea para así adaptarse, el mismo brazo mecánico, a distintas funciones. Por ejemplo: un solo brazo podría adoptar una postura y un ángulo u otro según la forma del producto de la empresa que debe empaquetar,.