Gestarsalud, gremio de EPS, considera que el proyecto de reforma al sistema de salud
radicado en el Congreso no construye sobre lo construido y por el contrario destruye
los avances de mas de 70 años de historia de la seguridad social en salud en Colombia.
Además, va en perjuicio de la población y no refleja la voluntad de consenso
y dialogo expresada por el Presidente de la República.

 

  1. Se estatiza la salud y se acaban todas las EPS

    Se plantea una estatización y monopolio de la operación que restringe el principio
    de la libertad de elección de los usuarios, con todos los riesgos que implica un servicio exclusivamente administrado por el Estado. Las funciones de las EPS, como la
    gestión del riesgo en salud de las personas, la organización de redes de servicios,
    la referencia de los pacientes y su representación se trasladan a nuevas entidades
    públicas sin el conocimiento, la experiencia, las herramientas tecnológicas, ni el talento humano para hacerlo, con el riesgo que si lo hacen mal, el usuario no tendrá
    alternativas.

  2. Se fragmentan los servicios y aumentan los trámites 

    Contrario a lo que se anuncia, se fragmenta el servicio de salud para las personas.
    Los Centros de Atención Primaria (CAP) atenderán servicios de baja complejidad
    y, por otro lado, las hospitalizaciones, cirugías y servicios especializados tendrán
    otros responsables, sin que se garantice la coordinación de la atención que hoy sí
    existe y hacen las EPS como únicas responsables. Todo esto llevará a más trámites
    al usuario, en contravía del espíritu de la Ley Estatutaria de la Salud.

  3. Se desintegran las redes

    La atención a los usuarios se verá afectada porque se perderán las redes de prestadores de servicios que las EPS ya tienen organizadas y serán las secretarías de
    salud las responsables de organizarlas. El proyecto prevé la conformación de redes
    integradas e integrales para la atención primaria, los servicios especializados ambulatorios, los de hospitalización, urgencias médicas y odontológicas, rehabilitación, laboratorios y suministro de medicamentos. Es decir, siete redes diferentes. No habrá coordinación posible.

  4. Riesgos para los pacientes de alto costo

    Las 7 millones de personas (13 por ciento de la población) con enfermedades de
    alto costo que hoy tienen una ruta de atención y un seguimiento periódico y sistemático organizado por la EPS y registrado en la Cuenta de Alto Costo, cuya atención
    le cuesta al Estado 11 billones de pesos, estarán en alto riesgo. ¿Con qué capacidad
    un CAP va a garantizarles la atención?

  5. La responsabilidad se dispersa 

    Hoy los usuarios del sistema de salud tienen claro que existe una sola entidad
    (las EPS) responsables de garantizar todos los servicios de salud que requieran,
    desde una consulta por medicina general hasta un trasplante. La reforma a la salud
    dispersa esas responsabilidades entre la ADRES, los Fondos Territoriales de Salud
    y los Centros de Atención Primaria, entre otros. No habrá quién responda por el
    usuario.

  6. Las finanzas de la salud están en riesgos 

    Sin una administración eficiente de los recursos estos no alcanzarán para atender
    los crecientes costos de los servicios de salud. Los ciudadanos tendremos que soportar las consecuencias. Los pacientes estarán en riesgo de no ser atendidos y las
    finanzas públicas colapsarán. Los perdedores serán los usuarios.

  7. Mas burocracia, menos salud 

    No hay recursos financieros nuevos que respalden la reforma. Habrá, al parecer,
    una recomposición del gasto para favorecer los servicios básicos en detrimento de
    los servicios que prestan las clínicas y hospitales, poniendo en riesgo la protección
    financiera de los pacientes con enfermedades graves o de alto costo. Adicionalmente, habrá una nueva burocracia y gastos en instancias administrativas que le quitarán recursos a la atención en salud, con alto riesgo de corrupción.

  8. Se viola el derecho a la seguridad social 

    Al pasar al nuevo sistema de salud estatizado, las personas pierden la seguridad social, la cual supone un administrador responsable del seguro. Nuestra Constitución
    establece que es un derecho irrenunciable de todos los habitantes del territorio
    nacional.

  9. Se cambia la afiliación por el empadronamiento 

    Hoy las personas ya están afiliadas a una EPS y si quieren un cambio se hace por
    internet. Con el nuevo modelo, las personas tendrán que hacer un trámite de inscripción o empadronamiento en el Centro de Atención Primaria cercano a su residencia. Cada vez que cambie de residencia tendrá que volver a hacer este trámite
    para toda la familia.

  10. No se eliminan las autorizaciones 

    La continuidad de los tratamientos originados en una urgencia vital debe ser autorizada por su respectivo Centro de Atención Primaria, por lo que este trámite no se
    elimina.

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