Por: Ernesto Gutiérrez Castillo – Abogado urbanista y consultor Calamar, puerto histórico entre el Canal del Dique y el Río Magdalena, da un paso más en la recuperación de su vocación fluvial, comercial y cultural, anclada en una arquitectura que recuerda su pasado de esplendor y resiliencia. Dentro de un proceso de transformación urbana que conecta el pasado y el futuro, bajo el liderazgo de la Gobernación de Bolívar y la estrategia +VIDA impulsada en alianza con la Fundación Santo Domingo, el Centro de este municipio será escenario de una intervención que combina recuperación patrimonial, activación cultural y fortalecimiento comunitario. Con el nuevo Plan de Ordenamiento Departamental de Bolívar -POD- como marco de planificación del territorio, Calamar figura como parte de una estrategia de integración entre municipios para el desarrollo económico, social y urbanístico, convirtiéndose en un nodo cultural y ambiental para la conexión entre el centro y sur del departamento. Con una inversión aproximada de 3.000 millones de pesos, la estrategia forma parte de una visión definida en el Plan de Desarrollo “Bolívar me enamora”, inlcuyendo al municipio dentro de una ruta turística por el Rio Magdalena, junto a Mompox, Magangué y San Basilio de Palenque. Esta intervención que abarca más de 21.000 m², incluye fachadas renovadas, mobiliario urbano con identidad local, arte público y talleres formativos en turismo y cultura. Pero más allá de la obra física, el verdadero valor está en su enfoque social. La intervención se construye con la comunidad, integrando talento local en el diseño, impulso de emprendimientos y fortalecimiento del tejido social mediante la ejecución y apropiación del espacio público. A través de procesos de cocreación, se revitaliza no solo el entorno urbano, sino también la autoestima colectiva y la memoria viva del territorio. Desde la planificación, participación y una mirada integral, Bolívar apuesta por la renovación del territorio calamarense. Para complementar esta transformación será necesario la formulación de instrumentos urbanísticos como un Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) para gestionar su patrimonio arquitectónico, así como la actualización de herramientas de planificación urbana, que le permitan un desarrollo sostenible. Como uno de los paradores del nuevo crucero fluvial -AmaMagdalena-, Calamar está listo no solo para recibir a los visitantes colombianos sino también de otros países, para disfrutar de su patrimonio al son de tambores, cumbia y porro. ¡Redescubramos juntos un territorio que se renueva con sentido, visión y orgullo!