A pesar de las negociaciones del gobierno nacional con el ELN para el cese al fuego, el grupo guerrillero propició el secuestro de la sargento Karina Ramirez, y sus dos hijos. La uniformada, quien fue liberada el 7 de julio, se desplazaba en su vehículo hacia Arauca por una orden de traslado cuando fue abordada en Fortul junto con sus hijos de seis y otro de ocho años; uno de ellos con autismo.
Fuentes militares atribuyen el delito a los supuestos miembros del ELN Nelson Antonio Taborda, alias Mañe, cabecilla principal; Álvaro Padilla Tarazona, cabecilla militar conocido como Masamorro; y alias el Pequeño Juan.
Lo que se espera ahora desde el ministerio de defensa y el gobierno nacional es que todos los frentes del ELN se acojan al cese del fuego y a la orden de sus cabecillas de detener “todas las acciones militares ofensivas contra las Fuerzas Militares y de policía en todo el territorio nacional, incluyendo las acciones de inteligencia”