Un extraño caso de asesinato ocurrió en Texas, Estados Unidos. Michael C. Howard, un abogado de 68 años, habría asesinado a su hijo de 20 años, identificado como Mark Randall Howard, quien estaba diagnosticado con síndrome de Down.
Según declaraciones del propio Howard, confundió a su hijo con un ladrón que había ingresado a su casa. Howard afirmó haber sentido la presencia de alguien extraño dentro de su hogar. Al confirmarlo, procedió a dispararle con una escopeta, causando su muerte. Sin embargo, no se dio cuenta de que la persona a la que disparó era su propio hijo.
El subcomisario J.P. MacDonough calificó el hecho como un «horrible accidente».
Sin embargo, lo que resulta extraño es que Howard notificó a las autoridades 17 horas después del incidente, tiempo que utilizó para trasladar el cadáver 3,2 kilómetros desde el lugar del crimen. Allí, lo colgó y lo quemó.
Durante la investigación, los agentes llegaron a la zona y encontraron los restos del cuerpo junto con huesos en bolsas de basura. Howard enfrenta cargos y solo podrá obtener la libertad bajo fianza por una suma de 20 millones de dólares.