Los perros pug suelen ser adorables a los ojos de otros, pero por su morfología, estos carlinos pueden padecer dificultades respiratorias, lesiones en los ojos, infecciones cutáneas y obesidad, entre otros trastornos.
Los pug son criados por su apariencia distintiva, pero esas mismas características populares se han llevado a tal extremo que representan serios riesgos para su supervivencia.
Un nuevo estudio de científicos británicos indica que los pug enfrentan problemas de salud tan graves que «ya no pueden ser considerados un perro típico desde una perspectiva de salud».
¿Qué dice el estudio?
La investigación, realizada por el Royal Veterinary College o Real Colegio Veterinario de Reino Unido, reveló que la salud de los pug ahora es sustancialmente diferente y mucho peor que la de otros perros.
El estudio comparó la salud de 4.308 perros pug y 21.835 perros de otras razas en Reino Unido.
La investigación concluyó que los pug tienen casi el doble de probabilidades de experimentar uno o más trastornos al año, en comparación con otros perros.
«Ahora sabemos que varios problemas de salud graves están relacionados con la forma extrema del cuerpo de los pugs que muchos humanos encuentran tan atractiva», dijo Dan O’Neill, profesor asociado de epidemiología de animales y autor principal del nuevo estudio.
«Despiertan emociones positivas»
La popularidad de los pug ha aumentado considerablemente en las últimas dos décadas.
En Reino Unido, por ejemplo, el número de registros se triplicó entre 2005 y 2015.
Esto se debe principalmente a que el tamaño pequeño del cuerpo del pug, combinado con su nariz corta y sus ojos y cabeza grande «puede despertar emociones positivas al adaptarse a la configuración facial del ‘esquema de un bebé’, lo que desencadena respuestas de crianza innatas en los humanos», señalan los investigadores británicos.
Y agregan: «Estudios empíricos han demostrado que estas características aumentan el atractivo, particularmente para las mujeres».
¿Qué podemos hacer?
O’Neill dice que es importante «centrarse en la salud del perro en lugar de los caprichos del dueño cuando estamos eligiendo qué tipo de perro tener».
«Mientras se mantengan estas características extremas y poco saludables, continuaremos recomendando encarecidamente a los propietarios potenciales que no compren razas braquicefálicas como los pug», señaló por su parte Justine Shotton, presidenta de la Asociación Veterinaria Británica.
Hill afirma que las personas que compran perros lo hacen «de buena fe» y es importante «no atribuir culpas».
Quienes ya son dueños de perros pug pueden tener algunas precauciones en cuenta.
Una de ellas es estar alerta ante posibles síntomas de dificultades respiratorias, como jadeo excesivo o mucho ruido al respirar.
El cuidado es especialmente importante durante el verano, cuando los pug corren un mayor riesgo de problemas relacionados con el calor por lo que deben mantenerse frescos.
Y aunque los «cuerpos en forma de barril son realmente lindos para muchos» el control del peso es importante, porque «un perro de cara corta con sobrepeso como un pug corre un riesgo aún mayor».
«Los animales tienen pensamientos y sentimientos propios», señaló Hill a la BBC.
«Debemos asegurarnos de que tengan una vida larga, feliz y saludable».