En México, el 2 de noviembre se celebra el Día de los muertos, una fiesta declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2003.
En estos días todo el país se viste de colores y se perfuma con el olor de las flores, para celebrar la vida. Esta festividad mezcla sus raíces aztecas con tradiciones cristianas de la época colonial española; hoy en día se ha convertido en una tradición con un simbolismo que traspasa fronteras.
Cada año en el desfile del Día de Muertos, la población mexicana ha contribuido al éxito y apropiación de esta fiesta. Las autoridades gubernamentales toman esta tradición para promover la celebración como una especie de carnaval que en su tercera edición ha contado con miles de participantes nacionales e internacionales.Este año, el Día de Muertos tiene como temática la migración, en homenaje a todas las personas que mueren sin poder cumplir sus sueños.
Desde el pasado 27 de octubre y hasta el domingo 4 de noviembre, la Ciudad de México se convierte en el escenario de distintas actividades en torno al Día de Muertos. Nueve días en donde un desfile multitudinario, la gran ofrenda del Zócalo y un paseo nocturno en bicicleta, serán las principales actividades en la agenda de los mexicanos; aunque las jornadas más importantes siempre son el primer día, donde se rinde homenaje a las almas de los niños, y el día número 2, para las almas de los adultos.
Historia del Día de Muertos
Los pueblos prehispánicos que vivieron en México, tenían un concepto de la muerte diferente al que luego se adoptó con la conquista. Estos pueblos creían que la muerte era el inicio de un viaje hacia el ‘inframundo’, también llamado Mictlán. Existen varias teorías sobre Mictlán como ciudad de los muertos, pero todas coinciden en que este reino se separaba por diferentes niveles y que cada viajero, dependiendo de las acciones que realizó en su vida, debía dirigirse a uno de ellos. En este sentido, esta ciudad se puede comparar con el infierno de Dante Alighieri.
Para esas culturas los rituales funerarios eran sagrados; al morir un familiar se enterraba al cuerpo con las pertenencias del fallecido y algunos elementos que los familiares creían que el viajero podía necesitar en su recorrido hacia el inframundo.
Tras la llegada de los españoles y con ello, la llegada del cristianismo, hubo un quiebre entre las culturas y tradiciones de los habitantes del pueblo. Por primera vez se conoce el concepto de infierno y cielo.
Actualmente, la fiesta del Día de los muertos es una mezcla de diferentes culturas y creencias. México a pesar de ser un país multicultural, aún mantiene ritos antiguos y a su vez, diferentes significados de las tradiciones de varios pueblos.