Criptomonedas: cómo su caída puede ser también una oportunidad de inversión

El pasado mes de mayo, las criptomonedas cayeron en picado. Los porcentajes, para horror de los inversores, oscilaban en pérdidas de entre el 60% y el 75%. No obstante, su desplome ha hecho más accesible su valor, razón por la que la remontada podría estar más cerca de lo que parece.

¿Un desastre o una oportunidad?

El pasado mes de mayo, el futuro de las criptomonedas pendió de la cuerda floja a ojos del mundo. El valor de Bitcoin, la más representada, se desplomó en casi un 60%, pasando de su pico de 60.000 dólares en 2021 a menos de 30.000 este año. Pero, para algunos, la caída de las criptomonedas puede ser también una oportunidad. Sobre todo, si tenemos en cuenta el resto de criptomonedas que sobreviven en el mercado.

Contra todo pronóstico, las ventajas de Invertir en Criptomonedas se fundamentan hoy en el hecho de que su menor valor las hace más accesibles al público. Además, esta devaluación también obedece a sus altibajos corrientes. Ya que, como cualquier valor de inversión, la fluctuación forma parte de su naturaleza. Y, precisamente, es ahí donde cualquier inversor debe fijarse para decidir cuándo es hora de jugar su capital.

La razón del desplome de las criptomonedas

Dejando de lado su naturaleza fluctuante, las subidas y caídas del sector financiero a menudo obedecen a cuestiones tanto económicas como geopolíticas. En este caso, factores como la inflación o las sanciones a Rusia fruto del conflicto con Ucrania han causado estragos. Con ello, según los expertos, los inversores se han apresurado a vender para recuperar su liquidez, causando esta devaluación en el mundo cripto.

Asimismo, el cambio también tiene que ver con la Covid-19. En ese sentido, el auge de las criptomonedas tomó la incertidumbre pandémica como combustible. Razón por la que, ante la vuelta a la normalidad y según sugiere la revista Forbes, la burbuja de las criptomonedas pincha por parte de quienes quieren huir del riesgo de los valores intangibles. Antes, asumibles por el contexto y las ayudas económicas por la Covid-19.

Tal oscilación se entiende mejor a través de un análisis histórico de las criptomonedas más demandadas y crecientes del mercado. Así, Ethereum y Binance han caído en un 75% y en un 62% desde 2021, pasando de sus picos de 4.628 en noviembre y 623 dólares en abril del año pasado a los 1.316 y 236 dólares este mes, respectivamente. De nuevo, un desplome que es a su vez un buen filón de inversión para muchos.

¿Dónde queda entonces el futuro de las criptomonedas?

Finalmente, la naturaleza del mercado financiero a devuelto a las criptomonedas a una cruda realidad: el valor, como todo, está sujeto a altibajos. Un valor que, de hecho, nace del propio interés de los inversores por aquello en lo que invierten, preferiblemente útil para el resto de la población. Por lo que quizá cabrá esperar a ver la utilidad real de las criptomonedas en sociedad más allá de su valor especulativo.

En ese sentido, la realidad es que las criptomonedas, pese a nacer como una alternativa a las transacciones financieras convencionales, todavía no se han normalizado como moneda de cambio. Algo que dificulta su utilidad, ya que las compras mediante este tipo de monedas están extremadamente limitadas a Internet. Y, de nuevo, razón por la que siguen siendo un valor de inversión factible en el mercado financiero.

Entre la seguridad y el riesgo

La mayoría de elementos en el mecanismo de la inversión se rigen por un patrón de riesgo y seguridad. Ahora mismo, las Criptomonedas son un riesgo, pero también una inversión a largo plazo. La fiebre entre la población contribuyó a su crecimiento de un modo desorbitado —de nuevo, Bitcoin pasó de los 11.000 a los 60.000 dólares en poco más de un año—, por lo que pueden recuperar su valor en un tiempo.

Por ello, y como se ha mencionado, una buena estrategia es la de tratar de invertir a un precio bajo esperando la subida. Cuándo sucederá la remontada, no obstante, es ya un misterio. Los gráficos pueden darnos alguna pista, pero la realidad es que, por el momento, sólo podemos aguardar un nuevo furor por las criptomonedas. Quizá, a la espera de que la situación financiera y política a nivel global se estabilice.

Desde Ethereum y Bitcoin y hasta Cardano y XRP, los números rojos imperan hoy en los gráficos de las criptomonedas. Sin embargo, la filosofía de las criptomonedas es demasiado buena como para desaparecer. Eso lo saben tanto los magnates como Elon Musk como los inversores más jóvenes. Y, seguramente, esa misma esperanza sea lo que consiga enderezar el camino de las criptomonedas.

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