El Canal del Dique, fue construido con el propósito de conectar el río Magdalena con la ciudad de Cartagena de Indias, esta bifurcación artificial, que atraviesa los departamentos de Bolívar y Atlántico, ha sido fundamental para facilitar la navegación y el transporte en esta región del país.
Con una longitud aproximada de 115 kilómetros, el canal no solo cumple un papel crucial como corredor fluvial para el comercio y la movilidad, sino que también ha tenido un impacto significativo en el desarrollo económico de la región. Desde su construcción en la época colonial, esta vía ha permitido que Cartagena, como uno de los puertos más importantes del Caribe, mantenga una comunicación fluida con el interior del país.
Sin embargo, a lo largo de los años, el Canal del Dique ha enfrentado desafíos relacionados con el manejo ambiental y la sedimentación, que han afectado su funcionamiento y a las comunidades ribereñas. Actualmente, se están llevando a cabo proyectos de recuperación y modernización para garantizar su sostenibilidad y mejorar su capacidad como vía navegable.