Glenen Alexander Ross es un ciudadano canadiense procesado en Colombia por el delito de tráfico de migrantes. Sin embargo, Ross interpuso una tutela ante la Corte Suprema de Justicia alegando que fue vulnerado su derecho al debido proceso porque no se hablaba su lengua nativa.
El canadiense exigía la presencia de un traductor para entender la lectura de su fallo. En ese orden de ideas, la Dirección Ejecutiva de Administración Judicial le designó un traductor, el cual, una vez asignado, deberá proceder a la traducción oficial.
«Referente a la acción pública que nos ocupa, ha de precisarse que el artículo 86 de la Constitución Política establece que se trata de un mecanismo concebido para la protección inmediata de los derechos fundamentales”, expresó la Corte.
Con esto, la Corte recordó que los ciudadanos extranjeros que sean procesados en Colombia, tienen derecho a un traductor que les ayude a comunicar y explicar en su idioma, las decisiones penales en su contra.
Fuente: Caracol Radio