Columna: Colombia en el lobby mundialista 2026

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Restando dos jornadas para terminar las Eliminatorias Mundialistas, Colombia está a punto de confirmar su participación en la cita mundialista de 2026. Luego del valioso empate 1-1 ante Argentina en Buenos Aires, la Selección quedó muy cerca de asegurar su clasificación.

Si bien es cierto que la victoria estuvo cerca y dejó un sabor agridulce, Colombia mostró su mística y estuvo a punto de quedar en la historia, como hace 32 años cuando derrotó 5-0 a la ‘Albiceleste’. Con una genialidad de Luis Díaz y un gran planteamiento táctico de Néstor Lorenzo, el equipo nacional puso en aprietos a una Argentina a la que le sacó 4 puntos de 6 posibles en estas Eliminatorias, puntos que podrían marcar la diferencia frente a Venezuela.

Estas Eliminatorias, como lo hemos señalado antes, han sido atípicas para Colombia: se le ganó a Brasil y Argentina como local, pero se complicó frente a rivales aparentemente más débiles. Sin embargo, los 22 puntos lo tienen con tiquete directo al Mundial. El próximo partido ante Bolivia deja el camino expedito para conseguir su séptima clasificación a la máxima cita del fútbol mundial.

No hay que olvidar —sin que sirva de justificación— que se estaba enfrentando al actual campeón del mundo, Argentina. A este equipo se le han hecho grandes partidos, pero esta Argentina es tan sólida que juega bien con Messi y, quizás, mejor sin él. Es una renovación que ha logrado Lionel Scaloni con trabajo.

En Colombia quedó demostrado que es un equipo con Luis Díaz y otro sin él. Cuando se concentran en jugar, pueden competir de tú a tú ante cualquier rival. James Rodríguez, a pesar de su mal momento físico, alcanzó a iluminar una opción clara que desperdició Deiver Machado. Tácticamente no fue su mejor partido, pero aportó lo necesario hasta que fue reemplazado por el cartagenero Jorge Carrascal.

Colombia estuvo respaldada por el buen momento de Kevin Mier, quien se ganó la titular. Destacaron también la templanza y seguridad de Dávinson Sánchez en el fondo, el buen comportamiento de la línea de tres con Lerma, Castaño y Ríos, y el desequilibrio de Luis Díaz, que ya había anunciado su calidad con una jugada anterior y luego regaló un gol digno de un jugador de élite. Como decía un comentarista: en una sola jugada fue Asprilla, Freddy Rincón y el ‘Tren’ Valencia. Díaz demostró que es el mejor jugador colombiano del momento en el exterior y que las ofertas del Barcelona no son casualidad ni producto del manejo de empresarios.

La ventaja se mantuvo en el primer tiempo, pero el técnico Scaloni movió el banco buscando el empate. Se atrevió incluso a sacar a Messi del campo, y fue Thiago Almada, que había ingresado, quien logró el empate al minuto 79, dando alivio a su afición, que ya veía cómo pasaban los minutos sin que llegara el gol.

Colombia fue un digno rival y seguramente estará en el Mundial 2026. Hay que mejorar y no confiarse ante Bolivia en septiembre. Veremos cuál será la nómina convocada para cristalizar el objetivo.

Mucho se habla del manejo de grupo en la Selección. El técnico Néstor Lorenzo debe demostrar respeto y credibilidad ante sus dirigidos, y saber que las decisiones alrededor de los movimientos deben tomarse con certeza, como lo demostró en Buenos Aires. Hubiera sido interesante ver a Miguel Borja en este partido, en el estadio donde es local, pero eso queda en las hipótesis de muchos aficionados.

Ayer, Lorenzo recuperó algo de confianza, al menos en la afición, pero aún debe trabajar mucho para aspirar a un buen desempeño en el Mundial, que está a un año exactamente de su inauguración en México.

Las 5 victorias, 7 empates y 4 derrotas le permiten estar clasificado con 22 puntos. Hay que romper esta racha de seis partidos sin ganar, y qué mejor oportunidad que ante Bolivia en Barranquilla, la sede que históricamente ha brindado los tiquetes al campeonato mundial. Resta ver si la Federación decide mantenerla o considerar la rotación, aunque ese es otro tema, más de organización y logística, que podría incidir en el comportamiento futbolístico.

Mientras se cuente con jugadores como Luis Díaz, hay opción desde lo individual. Lo colectivo se construye con mucho trabajo, y eso depende de Néstor Lorenzo, sin preferencias y sin dejarse manipular. El liderazgo debe estar acompañado de carácter, temperamento, personalidad y sabiduría para aceptar errores y mejorar en busca de la eficiencia en los resultados.

A Lorenzo lo trajeron para clasificar al Mundial y va a cumplir su objetivo, aunque no de forma tan brillante como se esperaba. Bajo el sistema antiguo de Eliminatorias, Colombia habría estado en peligro, pero la amplitud del nuevo formato permite soñar y esperar ver a la Selección en territorio mexicano, estadounidense o canadiense en 2026.

Esperemos hasta septiembre para, ojalá con júbilo, cantar “¡Oh gloria inmarcesible, el bien germina ya!” en este complejo entorno social de nuestro país llamado Colombia, pero al que todos amamos profundamente.

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José Ricardo Bello Espinosa
Director Revista Corner

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