A pesar de su riqueza cultural y turística, la zona insular de Cartagena conformada por los corregimientos de Barú, Santa Ana y Ararca evidencian una serie de carencias en lo referente a educación, servicios públicos y oportunidades laborales.
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Según la encuesta realizada por Cartagena Como Vamos, más del 57% de la población se reconoce en situación de pobreza.
Uno de los puntos más críticos es la limitada cobertura de servicios públicos, sobre todo la situación con el agua potable y alcantarillado, en esta zona no existe acceso a acueducto ni a sistemas de alcantarillado, seguido del desempleo que es del 18.9%.
Muchos residentes se dedican a trabajar en las playas del corregimiento en condiciones precarias, sin contrato laboral ni seguridad social, lo que los obliga a vivir del día a día en la informalidad.
Otra de las problemáticas que se presentan es el analfabetismo, según la encuesta casi la mitad de la población no ha superado la educación secundaria y además un 25% de los niños y jóvenes no participa en actividades extraescolares ni hogares comunitarios, lo que lleva al embarazo adolescente, una de cada cuatro adolescentes entre 15 y 19 años ha tenido un hijo.
Estas problemáticas se cuadruplican cada año, lo que agrava las condiciones de los habitantes de esta zona de Cartagena.