La Bahía de las Ánimas, reconocida por su belleza natural y su importancia estratégica, ha sido un elemento fundamental en la historia de Cartagena desde su establecimiento en el siglo XVI. Este puerto, caracterizado por su resguardo y amplitud, permitió el desarrollo de un intenso intercambio comercial, convirtiéndose en un punto de entrada y salida de mercancías y personas.
Las murallas y castillos que la rodean son testigos de un pasado colonial que moldeó no solo la estructura física de la ciudad, sino también su identidad cultural. En sus orillas, el mercado de Getsemaní ha sido un epicentro de actividad económica y social. La cercanía de la Iglesia de la Tercera Orden, junto con los teatros Cartagena y Colón, ha contribuido a establecer un ambiente vibrante donde se entrelazan arte y comercio.
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Este entorno ha permitido que la comunidad local se desarrolle en un contexto de intercambio cultural y económico. El Muelle de la Contaduría, uno de los más antiguos de la región, jugó un papel crucial en la dinámica portuaria.
A través de este muelle, fluyeron toneladas de mercancías y personas, incluyendo esclavos traídos de África durante la época colonial. Con el paso del tiempo, este muelle fue renovado y se transformó en La Bodeguita, un espacio que modernizó las operaciones comerciales y facilitó el desarrollo ferroviario, consolidando así la relevancia de la bahía en la economía local.
La actividad marítima también fue fundamental en la historia de la bahía. Los carpinteros navales, dedicados a la construcción y reparación de embarcaciones, desempeñaron un papel clave en el mantenimiento de la industria naval. Su trabajo no solo sustentó el comercio local, sino que también fomentó un sentido de comunidad en Getsemaní, donde el mar era la fuente de vida y sustento.
En la actualidad, la Bahía de las Ánimas sigue siendo un símbolo de la riqueza histórica de Cartagena. Su esplendor natural y su legado cultural la convierten en un destino atractivo para visitantes y residentes por igual.
Este espacio, que ha sido testigo de transformaciones significativas a lo largo de los siglos, continúa representando la esencia de una ciudad que se reinventa, al tiempo que preserva su rica herencia histórica.
Fotos: a quien le corresponda.