El 7 de agosto de 1819, la Batalla del Puente de Boyacá marcó un hito decisivo en la lucha por la independencia de Colombia, asegurando la liberación de Nueva Granada del dominio español.
Este enfrentamiento, que tuvo lugar cerca del río Teatinos en el departamento de Boyacá, es recordado como uno de los momentos más significativos en la historia de América Latina.
En el contexto de las guerras de independencia, Simón Bolívar lideró la campaña libertadora de Nueva Granada. Bolívar y su ejército cruzaron los Andes, en una hazaña comparable a la travesía de los Alpes por Aníbal y Napoleón, enfrentando condiciones extremas para sorprender al ejército realista español.
¿Qué pasó el 7 de agosto de 1819?
En la mañana del 7 de agosto, las fuerzas patriotas, bajo el mando de Bolívar y Francisco de Paula Santander, se enfrentaron al ejército realista liderado por el coronel José María Barreiro.
La batalla, breve pero intensa, culminó con una victoria contundente para las fuerzas patriotas en unas pocas horas. La captura del puente de Boyacá, un punto estratégico crucial, y la captura del coronel Barreiro y sus oficiales, marcaron el fin de la resistencia española en la región.
Esta victoria aseguró el control patriota sobre Nueva Granada y facilitó la liberación de otras regiones, consolidando la independencia de Colombia y fortaleciendo las campañas libertadoras en Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia.
Un día festivo
Desde 1888, el 7 de agosto se celebra como día festivo en Colombia. Además, desde 1886, cada cuatro años, se lleva a cabo la posesión presidencial en esta fecha, aunque no existe un artículo constitucional que lo ratifique. También se declaró el 7 de agosto como el día de la bandera, conmemorando los símbolos patrios de la nación.
El Puente de Boyacá es hoy un símbolo de la lucha por la libertad y la justicia. Cada año, el 7 de agosto se celebra en Colombia como un día de reflexión y orgullo nacional, recordando a los héroes que hicieron posible la independencia.