Durante siete días, Cartagena se convirtió en el epicentro del séptimo arte con la edición número 64 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), una celebración que fue mucho más que proyecciones: fue una declaración viva de que el cine transforma, conecta y pertenece a todos. Con más de 190 películas provenientes de 57 países, el FICCI llenó plazas, teatros, centros comerciales, universidades y barrios de historias que cruzaron fronteras. Más de 60 mil personas asistieron a esta fiesta cultural, que culminó con un emotivo mensaje de su directora, Margarita Díaz, quien agradeció a Cartagena por apropiarse del festival y hacerlo suyo. “El cine estuvo en cada barrio, en cada conversación después de una función, en cada mirada que se encontró con una pantalla al aire libre”, expresó Díaz durante la clausura. Y no fue una metáfora: el programa Cine en los Barrios llegó a 32 comunidades, una isla y cuatro corregimientos de Cartagena y Bolívar, alcanzando a más de 6 mil personas con funciones gratuitas que celebraron la diversidad de públicos y territorios. El FICCI 64 también fue una plataforma para el fortalecimiento de la industria cinematográfica. Industria FICCI propició 76 espacios de encuentro, con más de 700 citas entre 91 representantes del ecosistema audiovisual nacional e internacional. Iniciativas como NIDO, Ópera Prima Lab y La Residencia FICCI —esta última apoyada por Ibermedia— ofrecieron formación y oportunidades para nuevas voces del cine. Asimismo, la Academia FICCI albergó más de 40 actividades que invitaron a reflexionar sobre el mundo a través del cine, destacando el estreno del Laboratorio de Imágenes, un espacio que reunió a más de 150 expertos en torno a la creación, preservación y pensamiento audiovisual. Uno de los momentos más memorables fue la edición número 41 de los Premios India Catalina, que entregó 60 galardones en una ceremonia multitudinaria en la Plaza de la Aduana, transmitida por 11 canales nacionales. En su discurso final, Margarita Díaz dedicó un sentido homenaje a Lina Rodríguez, quien lideró el festival durante 16 años, dejando un legado imborrable de compromiso con el cine como motor de transformación social. “El FICCI es Cartagena y Cartagena es cine. Gracias por caminar con nosotros. Este no es un cierre, es un nuevo comienzo. Nos vemos en la edición 65”, concluyó Díaz. El Festival se despide este año reafirmando que las historias contadas en la pantalla también se viven en las calles, los barrios y los corazones de quienes creen en el poder del cine.