Dejemos de contaminar: desastre en Barrancabermeja

Por: Laura Ospino

Hace un par de años,  cuando cursaba bachillerato escribí un discurso acerca de la protección de la riqueza natural y cultural de Colombia; en ese discurso  expuse toda la riqueza que posee nuestro país, entre ellas destaqué la riqueza hídrica. Un estudio realizado en 2015 por Global Water Partnership  (GWP), Colombia ocupa el tercer lugar en el listado de los diez países con mayores fuentes hídricas en el mundo, en la lista también aparecen otros países latinos  como Brasil en primer lugar y Perú en el octavo. Solo el 3% del agua en el mundo es dulce y Sudamérica cuenta con el 20% de ella. Asimismo se destaca que la región tiene tres de las mayores cuencas fluviales del mundo: el Amazonas, el Orinoco y Río de la Plata, por lo que Latinoamérica juega un papel fundamental, ya que cuenta con la mayor cantidad de agua dulce del planeta.

Sin embargo, Colombia  junto con Australia, China, Ecuador, Indonesia, Malasia, México y Estados Unidos, son los principales responsables de  la destrucción de gran parte de la biodiversidad del planeta. Relacionado a esto, hace unas semanas ocurrió un terrible derrame de crudo en el Caño La Lizama, en Barrancabermeja, por parte de la  empresa petrolera Ecopetrol. Este derrame ha dejado a muchas familias, pescadores, flora y fauna damnificados. Sin Embargo, este no ha sido el único río contaminado por crudo en Colombia, en el 2017 NUEVE cuerpos hídricos en el Norte de Santander fueron contaminados también con crudo por parte del grupo guerrillero ELN.

Es  catastrófico que  se presenten estos casos, pero no somos el único país donde una empresa petrolera haya dañado parte de la flora y fauna, un caso similar le pasó a Ecuador en 2014 cuando  la empresa Chevron derramó en la amazonía ecuatorial crudo de petróleo. Se identificaron más de mil  piscinas contaminantes; ante todo esto el país entero promovió el eslogan “la mano sucia de chevron”

Nuestra irresponsabilidad y ansias de progreso sin respeto hacia nuestros recursos naturales, nos han convertido en  seres antiéticos. Todos conocemos los problemas que tiene nuestro planeta pero simplemente los ignoramos; nuestros recursos se están agotando, cuidemos de lo poco que nos queda, seamos responsables. Ojalá en unos años la naturaleza siga siendo parte del planeta y no se convierta en leyenda. Y nosotros como ciudadanos y colombianos debemos pedir al Ministerio de Ambiente y al Gobierno que por favor tomen conciencia de la gravedad de los daños y busquen una pronta solución, no se puede seguir destruyendo y perdiendo la biodiversidad de nuestro país por culpa de la irresponsabilidad de grandes empresas.     

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