Durante Inspiramais, único Salón de Diseño e Innovación de Materiales de América Latina, se presentó el concepto de moda: Free Spirit o espíritu libre, una tendencia más humana, que convoca a una reorganización en la forma de hacer moda, con una conciencia coherente aliada con los principios y valores del nuevo consumidor y que propone una reinvención a través de la creatividad.
Para Walter Rodrigues, diseñador, investigador y coordinador del Núcleo de Diseño del Inspiramais “Pensar de manera sostenible es una de las emergencias del contexto actual. El pensamiento debe ser plural, para circular en un entorno con múltiples representaciones, abrazando sus propósitos y «vestir» el discurso del cambio.”
En este escenario que se ha venido presentando y que continuará en el 2021, el nuevo consumidor ha cambiado su pensamiento de manera rápida y abrupta, dando pie a nuevos modos de sentir la moda.
Clásicos atemporales:
Se vive un momento de incertidumbre, por esto el nuevo consumidor busca “lo seguro”. Esta tendencia enfatiza el valor de lo clásico, lo tradicional, creando una conexión con lo “ya conocido” y lo practicado, pero de forma actualizada. El clasicismo moderno, la rigidez, el uso del Denim de los 70s y monogramas en las prendas, con una paleta de colores que va desde el beige pasando por gris, verde oscuro y negro. Y haciendo uso de materiales como el cuero, la piel y el paño; predominando los tejidos tradicionales en cuadros innovadores. Prendas clásicas pero confortables es lo que enmarca esta tendencia “Segura”.
El nuevo romanticismo:
En esta segunda tendencia se genera la necesidad de acercarse a la naturaleza, los deseos de escapismo del aislamiento, de la rutina de trabajo en espacios reducidos, dando pie a una inclinación ambigua por la Botánica y la Psicodelia. En un primer momento se observa una paleta cargada de colores frescos que denotan tranquilidad y que van desde tonos verdes combinados con blanco como color neutro, y por otro lado tonos psicodélicos, vivos y fluorescentes como el amarillo, fucsia y azul, que demuestran rareza en sus patrones. Los tejidos delicados suman importancia, con estampados florales que enaltecen la virtuosidad de las plantas, en prendas masculinas y femeninas, con siluetas sueltas y confortables.
Humano y máquina:
Surge una tendencia que habla de la inteligencia artificial y como esta influye actualmente en el ser humano. La combinación entre la evolución tecnológica, el internet de las cosas, la robotización, la sostenibilidad y los humanos. En este tema se destaca el uso de líneas digitales en las prendas, así como metalizados alusivos a la robótica, una visión futurista en materiales para vestuario, calzado y accesorios.
Eclecticismo opulento:
Por otro lado, podemos ver una tendencia hacia la extravagancia, en donde el animal print cobra protagonismo tanto en las prendas como en los bolsos, con acentos dorados en diversos detalles y accesorios grandes que no pasan desapercibidos. Es un estilo para consumidores arriesgados, que no temen atreverse con prendas y accesorios poco comunes y que buscan ser el centro de atención.
Zen:
Es la visión que cada día crece más en la industria de la moda, un sentir, una ideología, la de consumir menos y de manera sustentable, cuya base en todos los procesos es abogar por el medio ambiente. “La sostenibilidad como nuevo patrón de consumo”. Esta tendencia se arraiga en el valor de la reutilización, dar vida a nuevas creaciones a partir de otras que ya no se usan, evidencia del aprecio y afecto por lo “hecho a mano”. Especial relevancia adquieren los materiales orgánicos y rústicos. La reutilización del plástico y de otros materiales en ropa y suelas de zapatos, lo desgastado, los flecos y acolchados cobran protagonismo.