Desde el 2016 se ha estado experimentando con el videoarbitraje en el futbol, en este 2018 se hizo oficial su utilización en el mundial de Rusia.
El sistema de videoarbitraje VAR (video assistant referee, árbitro asistente de vídeo) consiste en un conjunto de cámaras que retransmiten a una sala apartada del campo, donde los asistentes de vídeo pueden revisar las jugadas. Esta asistencia puede reproducirse a petición del árbitro encargado del partido, en caso de que tenga dudas sobre alguna jugada o se detecte algún lance dudoso.
Los asistentes de video pueden reproducir las jugadas varias veces y debatir la decisión del árbitro, y este último tomará la decisión final, claramente, tomando en cuenta el criterio de los asistentes de video.
Las jugadas que pueden revisarse durante el VAR son:
- Los goles: según el sitio web de la FIFA, «ayudar al árbitro a determinar si se ha producido alguna infracción que impida conceder gol».
- Los penaltis: Los asistentes ayudan a que se tome una decisión correcta, es decir, si sancionar o no con un penalti.
- Tarjetas rojas: También ayudan a medir la gravedad de una acción y si esta amerita o no una sanción con tarjeta roja, dependiendo de la gravedad de la misma.
- Confusión de identidad de jugadores: Esto se aplica cuando en alguna acción en el campo de juego se ven involucrados varios jugadores al mismo tiempo, el video permite determinar qué acciones puntuales realizó cada uno y si alguna de ellas ameritan una amonestación.
En este mundial de Rusia 2018, 355 acciones fueron objeto de verificación por parte del VAR, informa la Fifa, reivindicando así que el VAR ha ayudado a que en un 93% de los casos se tomen las decisiones correctas, durante las jugadas dudosas en los partidos que se han llevado a cabo.