San Pedro consolado tierra mágica.

 

Me siento feliz de recordar mi niñez, recuerdo las mañanas frías y solitarias cuando salía a vender empanadas y limones o cualquier sea la producción de la época, recuerdo que al salir por la puerta de madera envejecida con mi ollita tiznada me decían – ¡aquí tienes regresar sin nada! sí que me marco vivirlo, cuanto me impulso  eso, hoy en día no regreso a mi casa sin cerrar un buen negocio, el desafío de vender mis limones a como diera lugar me hizo fuerte para enfrentar cualquier desafío de la vida caótica en la vivimos.

Recuerdo los cantares de los burros como desfile de Carnaval cargados de alimentos frescos, recuerdo Amira la de cela llamar a sus hijos con su voz aguda y fuerte y las películas mexicanas del canal A.

Muchas veces no sabía porque estaba allí, me sentía extraño rodeado de gente que a veces no comprendía, mi mente imaginaba e imaginaba cosas absurdas locas, debo decir que  tal vez surgió debido a mi atipa llegada de esa tarde de  Noviembre de 1990, la llegada de un niño rubio de piel blanca y delicada con ojos azules que no encajaba en los rasgos físicos comunes, tanto fue el alboroto local que se presumía que la niña Isabel se había robado ese niño en un hospital en Cartagena.

Comprendí que lo que hace falta, por otro lado te sobra, debo decir que no tuve una mala madre, solo que no estaba preparada para mí en ese momento, era joven e ingenua, tenía miedos, así que a los tres meses me quede con mis abuelos con julio y Rovira, quienes tampoco tenían todo tenerme y cuidarme, fue así como una mañana muy temprano la vida me regalo hermanos, me regalo  nuevos padres Marina y Julio C, en pocos días el pueblo era mi familia.

Mis momentos más deseados eran cuando llegaban los burros de las parcelas, cargados de ñames, maíz, frutas, me inspire tanto que hoy mi trabajo es ayudar a miles de personas a cultivar productos orgánicos, las huertas que cuelgan en los mejores restaurantes de Cartagena son  inspiradas en esas emociones, las tranquilas y hermosas tardes que pase en la montaña me convirtieron en unos de los ambientalistas más destacados de la región Caribe y juntarme con los hijos de Amira me convirtieron en unos de los mejores innovadores de Latinoamérica.

San Pedro consolado la tierra mágica me dio todo, lo que hoy soy es porque soy de ese tierra extraordinaria de gente buena y bondadosa.

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