Polémica con «P» de Policías

Por Duvan Felipe Muñoz

El dantesco actuar de los policías en la Ciudad de Cartagena, ha deshonrado su esencia de servicio y protección. Su escala procedimental se ha teñido de violencia desproporcionada y sus medidas de seguridad, ante los casos de “atracos y homicidios” son ineficientes y vagas.

En video que se tornó viral en las redes sociales, donde se evidencia un procedimiento policial ABUSIVO y que la fuerza utilizada lesiona la dignidad humana e integridad moral y física de una mujer. Se debe expresar que no es el primer caso ocurrido y que se observa con lágrimas de sangre.

Como lo advertí en una anterior columna, “cualquier acto-hecho… que atente contra la integridad y dignidad de las mujeres, merece rotundo rechazo… es una amenaza constante a la reivindicación de los derechos de la mujer y el progreso humanístico que tanto se ha analizado y anhelado.

¿Puede un procedimiento policial lesionar los Derechos y DDHH de los ciudadanos?

Somos un Estado social y democrático de Derecho, Fundado en el respeto a la dignidad humana. Respaldado en la Declaración Universal de Derechos humanos en su artículo primero: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…“ Pero, ¿por qué se enumera la dignidad humana antes que los derechos en el artículo 1?

La dignidad es la base de todos los derechos humanos. Los seres humanos tienen derecho a ser tratados con sumo cuidado, precisamente porque cada uno posee un valor intrínseco. Sin esto, estaríamos en un acéfalo sentido. Apoyado en esta teoría, ningún procedimiento amerita la violación, lesión o puesta en peligro en sumo grado de los DDHH y derechos fundamentales en esencia.

Desproporcionado con la ciudadanía, SÍ.

Ajustado y eficaz con los sujetos activos de conductas punibles, NO.

 Tal vez, para algunos críticos el anterior enunciado sea un apóstrofe, pero desde el sentir ciudadano y cuando los delincuentes apagan las luces de seres productivos y esenciales para nuestra sociedad, como el caso del joven Abogado Sergio Díaz Barrios, son el hilo conductor del mismo.

La violencia y los índices de acciones criminales en nuestra ciudad son enormes, e incomprensibles por el momento crítico de la pandemia que nos afecta. Los pronunciamientos del alto mando Policial en el Distrito son vagos, la capacidad de reacción, es rechazada.

No podemos determinar quiénes son los verdaderos delincuentes, ¡A este general, le está quedando grande comandar!

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