En la historia del deporte colombiano, pocos nombres resuenan con la misma fuerza que el de Napoleón Perea Castro, un icónico locutor de boxeo y béisbol que dejó una huella imborrable en la transmisión de estos deportes en Colombia. Nacido el 27 de mayo de 1936 en Cartagena, Perea Castro se convirtió en un referente del periodismo deportivo hasta su fallecimiento el 25 de diciembre de 1987.
Desde sus inicios como programador musical y animador de radioteatro en Emisoras Fuentes, su pasión por el deporte y su estilo inconfundible lo llevaron a destacarse en el ámbito narrativo. Conocido por la frase «Dale camino, Napo», se ganó la admiración de los oyentes con su habilidad para hacer vibrar cada jugada, no solo narrando los eventos, sino contextualizándolos con estadísticas, estrategias y anécdotas de los atletas.
Perea Castro, autodidacta y amante de la lectura, superó su educación formal para convertirse en un erudito del deporte. Su capacidad para anticipar movimientos y entender la psicología de los jugadores lo convirtió en un narrador excepcional. Su legado más notable llegó el 28 de octubre de 1972, cuando, con su voz electrizante, llevó la emoción a millones de colombianos al narrar la histórica victoria de Antonio Cervantes, conocido como Kid Pambelé, quien conquistó el título mundial de boxeo en Panamá.
A pesar de haber cursado solo la primaria, su dedicación y amor por la comunicación le valieron un doctorado Honoris Causa en Periodismo y Comunicación Social. Su legado trasciende su vida, pues su influencia sigue viva en cada transmisión deportiva en Colombia. José Napoleón Perea Castro no solo fue un locutor; fue la voz que unió a un país en torno al deporte y la emoción.