El fuerte San Fernando de Bocachica brindaba seguridad al canal de acceso por vía marítima hacia Cartagena, la ciudad amurallada que secuestraron hace 463 años y que siglos después logró su independencia de España. Por ese mismo lugar pasan hoy grandes embarcaciones que van hacia la ciudad Heroica.
Doña Marina, una lugareña, recuerda que por ese mismo sector cruzaban los barcos de “los blancos” para los que trabajó su papá hace 60 años. Ella cree que ese tránsito constante de embarcaciones hizo que desapareciera una pequeña isla que estaba en el área: Isla Abanico.
Marina cuenta que con los mangles que sacaban de Abanico, así como del corregimiento de Pasacaballos (Cartagena), hicieron parte de la estructura del gran Gaira, un velero ‘majestuoso’ que su padre Pedro y su hermano Guillermo ayudaron a construir.
“Abanico estaba ahí, al lado del fuerte San José, pero desapareció. Quedaba casi al lado del ‘castillo’. Esa isla tenía entre 600 y 700 metros hace unos cuarenta y cinco años; conozco bien la zona, porque yo buceaba para atrapar monedas que lanzaban desde los cruceros ahí en el canal de acceso a Cartagena. Fue triste, porque poco a poco vimos cómo se fue desvaneciendo Abanico, se iba yendo; hasta el año pasado (2023), cuando desapareció del todo. ¡Esa era una isla grande, llena de mangles!”, recuerda Jorge Olier, hijo de Marina.
Hoy, la comunidad lamenta no poder disfrutar de Isla Abanico. El mar se tragó en un abrir y cerrar de ojos la isla, ante los ojos de los nativos de Bocachica, que hoy recuerdan cómo se perdieron las constumbres arraigadas a ese lugar.