“La guerra no apagó nuestra voz»: víctima de la masacre de El Salado

“Tenemos un acordeón herida, pero ahora que volvimos a nuestras tierras vamos a curarla para seguir con nuestra cultura, con nuestra música, que ni la guerra pudo quitarnos”, afirma Erasmo Torres, víctima de la masacre de El Salado, quien recuerda cómo antes del desplazamiento su grupo vallenato daba alegría a la comunidad. En su vereda El Respaldo, a la fecha ya son 22 familias a las que les han sido restituidas sus tierras.
18 años después de huir de la cruel masacre paramiliar perpetrada en el corregimiento El Salado, cuando para salvar sus vidas fueron obligados a desplazarse y abandonar sus tierra, sus amigos y todo cuanto conocían como hogar, los campesinos del lugar, incluyendo los integrantes del grupo vallenato de la vereda El Respaldo, vuelven a reencontrarse.
Esto se hizo posible al ser beneficiados con sentencias de restitución de tierras, las cuales, además de sus predios, les han devuelto la esperanza de recuperar parte de lo que daban por perdido.
“Después de que acabaron con El Salado en la zona urbana, los paramilitares se fueron por las veredas para acabar con todo y todos los que encontraran a su paso. Por eso nos tocó irnos con nuestros hijos en brazos y dejar todo, mientras veíamos a lo lejos el humo de nuestros ranchos que quemaban. En ese momento no solo perdimos la tierra, sino también la unión de la comunidad que mantenía viva nuestra cultura”, comentó uno de los campesinos desplazados que hacen parte del conjunto vallenato.
La agrupación musical, al amparo del proceso de restitución que restablece los territorios, se ha vuelto a reunir para ensayar viejas y nuevas canciones, algunas de las cuales se inspiran en el trágico periodo de violencia vivido, pero también exaltan la esperanza de un mejor futuro.
Cuentan los músicos más antiguos que los niños de esa época, antes del desplazamiento, los acompañaban y cantaban con ello. Ahora, 18 años después, nuevamente hacen parte del grupo y poco a poco van recuperando  la alegría y el entusiasmo necesario para la música y el arte.
Dentro de sus composiciones favoritas, está una dedicada a la firma del acuerdo de paz, el cual definen como la esperanza para que la guerra no vuelva a alcanzarlos, por lo que afirman querer defenderlo también con su música, a ritmo de guacharaca, caja, acordeón y palmas entusiastas. Este es uno de sus más emotivos mensajes:
Pueblo querido que tanto has sufrido
 
vengo a cantarles esta linda canción
 
se cumplió el sueño que tanto has querido
 
llegó el progreso a nuestra región
 
 
Cuánto adoramos la paz en Colombia
 
nuestro futuro se mira mejor
 
los sufrimientos pasan a la historia
 
un mundo nuevo nos dio el redentor
 
 
Señor  divino que todo lo puedes
 
mete tu mano y cambia su alma primero
 
para que podamos llegar al pesebre
 
campesinos, soldados y guerrilleros
 
 
Ya no veremos el sufrir de un niño
 
llorando un padre que perdió en la guerra
 
porque toditos luchamos unidos
 
que acá tenemos la Colombia nueva
 
que todos soñamos, que todos queremos
 
luchamos unidos y así venceremos!!!

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