El presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Getsemaní, Marcos Vargas Rodgers, condenó el reciente atentado contra la iglesia de La Trinidad. Este emblemático templo, conocido por su importancia cultural y espiritual, fue vandalizado por un grafitero que manchó su fachada, el piso y el andén con pintura de aerosol.
Vargas destacó la coincidencia de que, solo un día antes, la iglesia había sido objeto de trabajos de restauración, que incluían una nueva mano de pintura destinada a eliminar las manchas acumuladas por el tiempo. Este ataque, considerado un acto de desadaptación social, no solo atenta contra un lugar de culto, sino que también afecta a la comunidad que lo aprecia y respeta.
En respuesta al vandalismo, el líder comunal informó que se está buscando pintura para reparar los daños. Además, hizo un llamado al respeto hacia este inmueble, que forma parte del Patrimonio Histórico de la Humanidad y es un símbolo de identidad para los habitantes de Getsemaní.