Esta es la muralla bajo el agua con la que Cartagena se defendía de piratas y enemigos

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La escollera de Bocagrande, construida entre 1768 y 1786, fue una de las mayores hazañas de ingeniería en Cartagena de Indias. Su propósito era cerrar el canal de Bocagrande para evitar el ingreso de barcos enemigos a la bahía. Esta obra, diseñada por Antonio de Arévalo, contribuyó a fortalecer las defensas de la ciudad en el contexto de constantes amenazas.

El dique tiene 3 kilómetros de largo y fue construido utilizando pilotes de madera y piedras locales. Estas estructuras se diseñaron específicamente para resistir el fuerte oleaje y proteger las murallas de la ciudad. La escollera también creó un malecón y playas artificiales, transformando el paisaje costero de Cartagena.

Durante la construcción, se enfrentaron varios retos técnicos, como la necesidad de cimentar sobre terrenos húmedos. Se probaron soluciones como los cajones de madera rellenos de piedra, pero debido a su alto costo y poca durabilidad, fueron descartados. La escollera fue finalmente diseñada para ser más resistente y efectiva.

La obra también tuvo un impacto ambiental, al modificar el flujo de las mareas y crear áreas estables de arena que facilitaron el desarrollo de la ciudad. A medida que avanzaba la construcción, se incorporaron modificaciones que mejoraron las condiciones originales, garantizando su eficacia a largo plazo.

Hoy en día, en marea baja, se pueden observar partes de la escollera bajo el agua, un testimonio de su importancia histórica. La escollera de Bocagrande no solo protegió a Cartagena, sino que se ha convertido en un símbolo de la ingeniería militar española y su capacidad para enfrentar los desafíos del mar Caribe.

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